«Quién nos iba a decir, dos asturianos de Gijón, uno al PSG y otro al Olympique»

No se presenta como una tarea sencilla. Todo lo contrario. Marcelino García Toral (Careñes, 1965) aterriza quizás en el club más volcánico de toda Francia, incluso de todo el Mediterráneo, necesitado de gloria, que apenas ha ganado una Liga en los últimos 30 años. Rotundo, dialogante pese a su parquedaz, cauto solo a veces, al técnico solo le traiciona a veces su fuerte carácter, pero nunca ha dicho 'no' a un reto.

«Nuestra propuesta es la de un equipo dinámico, ágil y ambicioso. Tenemos que ser un equipo que compita en todos los partidos, desde el primero hasta el último», aseguró el nuevo entrenador del Olympique de Marsella. Marcelino García Toral prometió lo que más le gusta como titular de un banquillo: que su equipo luchará, que se entregará al 100% y que su idea de juego se ajustará a la elevada exigencia de los aficionados al club, que esperan un papel más protagonista en la liga francesa y en Europa.

Un día antes que su compatriota Luis Enrique, el de Careñes fue presentado ayer como nuevo entrenador del Olympique de Marsella. Marcelino respondió a los periodistas en la sala de prensa del Velodrome, en la que pronunció sus primeras palabras como técnico marsellés después de que fuera elegido oficialmente como sucesor de Igor Tudor, que dimitió a comienzos de junio, en el banquillo. El ovetense Pablo Longoria, presidente del club, y Javier Ribalta, director deportivo, le acompañaron en la presentación.

Marcelino habla con cautela de forma habitual. Pero, si algo le pasa por la mente, se hace entender. Al técnico asturiano nunca le ha gustado montar castillos en el aire, pero ayer quiso trasladar a Marsella con éxitos sus ideas. Comenzó pidiendo perdón por su nivel de francés y continuó tocando las teclas adecuadas. Aludió siempre al equipo como «el OM», como se le conoce en Francia, y reiteró una vez y otra su «admiración por esta club».

«Me vais a permitir empezando el acto mostrando mi admiración por este club, por su historia, por su afición y por Marsella. Mi agradecimiento a McCourt, el propietario, a Longoria, a Ribalta y a su equipo de trabajo por confiar en nosotros para afrontar una temporada llena de ilusión y de retos», dijo el técnico asturiano, que deja atrás una extensa carrera en los banquillos del Sporting, Recreativo, Racing, Zaragoza, Sevilla, Villarreal, Valencia y Athletic. «En esta novedosa experiencia, hay algo muy motivador, el reto de dirigir a uno de los grandes clubes de Europa. Es una gran oportunidad y muy apasionante. El fútbol es sentimiento y nosotros tenemos pasión por el fútbol», dijo durante su rueda de prensa.

«Quién nos iba a decir, dos asturianos de Gijón, españoles. Uno entrena al PSG y otro al OM», dijo al ser preguntado por la coincidencia de dos técnicos del Principado al frente de los dos principales clubes franceses. En cualquier caso, a Marcelino no le alteran las palabras. A todas ha contestado con hechos a lo largo de su trayectoria. «Cuando subes unas escaleras y miras lejos, tropiezas con la cercana y te caes. Nosotros queremos caer y trabajar fuerte durante la semana, preparar ese partido lo mejor posible y luego demostrar y que la afición perciba que nuestra mentalidad es ganar».

A su lado, el presidente del club, el ovetense Pablo Longoria, que preguntado por la falta de refuerzos, respondió con un alusión a Asturias: «Yo comprendo que haya inquietud, porque yo también la tengo buscando los fichajes del Sporting cuando leo el periódico».