-¿Hay un 'método Marcelino' que garantiza el éxito?
-El mejor método es contar con buenos futbolistas. Y con buenas personas. Luego, a través de nuestra experiencia, utilizamos una metodología de trabajo a la que vamos sumando nuevos conceptos. Tenemos una idea muy clara de lo que es el juego y de cómo trabajar para llegar a él. Es lo que intentamos hacer. Pero lo principal para un entrenador, le insisto, es tener buenos futbolistas y que estos además sean buenas personas. Eso contribuye a hacer un grupo sólido, unido y comprometido.
-Su lunar fue aquel año en Sevilla, en el curso 2011-2012, pero hasta Monchi reconoció sentirse «responsable» de lo sucedido por no ser capaz de diseñarle una plantilla que encajara con su estilo.
-Es importante saber elegir el momento para ir a un sitio. También hacer un análisis exhaustivo e intentar poner las soluciones para que ese proyecto cumpla sus objetivos. Aunque Monchi dijera que no me dio la plantilla adecuada, que creo que no la tuvimos, es indudable que también yo cometí mis errores. Por eso intenté que no nos volviera a suceder algo así. En los dos proyectos siguientes, y vamos a tocar madera, hemos tenido muy buenos resultados.
-¿Su éxito pasa por no ceder en ciertas cosas y seleccionar bien los proyectos?
-Las dinámicas de los equipos y tener la posibilidad de trabajar o de estructurar los criterios son también aspectos muy importantes. Nosotros creemos que en base a unos determinados criterios es posible lograr ese éxito. Tenemos bien referenciados cuáles son esos criterios. A partir de ahí intentamos que todo se cumpla en el proyecto que iniciamos.
-¿Ha habido una evolución muy grande en usted desde que dirigió al Sporting en 2005?
-A nivel futbolístico, introduciendo matices, seguimos manteniendo una idea de partida. Sí que es cierto que la experiencia repetida me va dando información para intentar saber cuáles son los errores, qué debo corregir, y cuáles son las virtudes para tratar de potenciar. Es obvio que la experiencia nos ha llevado en determinados casos a actuar de forma diferente y para bien.
-¿Su método ha cambiado mucho?
-No. Seguimos utilizando una metodología similar. No entrenamos igual ahora que cuando lo hacíamos al inicio, pero la idea de juego, con matices, es la misma. Los matices nos los da la propia competición y los jugadores. También ciertos criterios futbolísticos que vamos añadiendo a una idea de base.
-¿Cómo catalogaría este año?
-Extraordinario. El Valencia venía de una situación muy complicada. Cuando en dos años, de manera consecutiva, ha sumado 44 y 46 puntos, quedando el duodécimo, eso ya no es un hecho puntual. Es una dinámica. Modificar esa dinámica hasta llegar a ser cuarto, además de forma tan solvente, significa que el año ha sido un tremendo éxito. Ni en el mejor de los sueños pensábamos quedar cuartos en este primer año. Creo que hicimos un buen análisis de la situación. Luego tomamos decisiones importantes, difíciles, pero que considerábamos la base para iniciar un proyecto sólido. Después, los jugadores que se quedaron, más de un 60%, tenían una ilusión enorme por hacer las cosas bien. Las incorporaciones que pudimos hacer nos dieron muchos valores humanos y profesionales.
-Le ha costado, pero por fin va a saborear la 'Champions'.
-(Risas). Era una ilusión para nuestro cuerpo técnico después de tantos años entrenando poder vivir 'in situ' la 'Champions'. Esperamos poder vivirla. Y disfrutarla.
-Ha pasado un año más delicado en lo personal con aquel accidente de tráfico en la víspera de Nochebuena, de regreso a Asturias.
-No fue normal lo que nos sucedió; un accidente en una autopista de peaje. Tuvimos un trance muy complicado en el que prácticamente tres personas volvimos a vivir. Afortunadamente, salimos. Yo tuve lesiones leves y las de mi mujer tampoco fueron graves. Mi madre fue la que tuvo más, pero no necesitó pasar por el quirófano. Su recuperación es muy buena, ya casi en la normalidad. Tenemos que dar gracias a Dios. Pudimos tener un peor desenlace, pero por suerte estamos aquí para contarlo.
-¿Es tan fiera la grada de Mestalla?
-Este año ha sido muy bonito de vivir. Ha habido una comunión total desde el inicio entre el equipo y la afición. Los partidos de Mestalla fueron extraordinarios. Algunos, espectaculares por el ambiente. A ver si entre todos somos capaces de repetirlo.
-¿Cuál es el buen fútbol?
-¿Para mí? El de un equipo que está organizado, que tiene equilibrio, que es difícil que conceda goles y que genera las máximas ocasiones. ¿Cómo? Depende ya del criterio de cada entrenador y de los futbolistas de los que disponga. En mi opinión, la esencia del fútbol es la organización y el equilibrio.
-¿El orden antes que el fútbol?
-El fútbol va unido al orden. Sin orden no hay fútbol.
-¿Qué le sugiere el trabajo de Rubén Baraja?
-Me alegro mucho. Es obvio que su llegada ha modificado de forma radical los resultados del Sporting. El equipo demuestra ser competitivo y brillante por momentos. Solo puedo desearle mucha suerte para este tramo final. Ojalá seamos capaces de ver al Sporting en Primera la próxima temporada.
-¿Qué le dice el olfato?
-El Sporting tiene muchas opciones. Es un equipo al que es difícil hacer goles. Tiene el control del juego en un porcentaje muy alto de los partidos y el control del balón cuando le interesa tenerlo. Arriba, además, cuenta con jugadores que si llegan en un buen momento pueden ser definitivos. Me gusta este Sporting. Me parece competitivo. Creo que tiene bastantes rasgos de semejanza con el Valencia. Ojalá lo veamos ascender.
-¿Va a estar en la grada de El Molinón en el 'play off'?
-Seguro que iré a ver algún partido.
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