Dos golazos del Melilla tumban la buena senda del Marino

El Marino, apoyándose con balones en largo sobre un imperial Saha, disfrutó de las primeras oportunidades. Primero, Boedo quiso batir a Oleaga mediante un disparo desde el interior del área. La más clara la tuvo Matheus tras un centro de Boedo desde la derecha: quiso chutar de primeras y, totalmente solo, erró en el intento. Con el encuentro muy igualado, el Melilla asestó el primer golpe. Habran materializó una falta directa de forma magistral. Un chut fuerte y colocado de uno de los refuerzos del mercado de invierno dejó boquiabiertos a los aficionados. De la mano de un sublime Ceberio, el cuadro entrenado por Manolo Herrero controló el duelo hasta el descanso, pudiendo anotar el segundo gol. Habran volvió a intentarlo con un disparo lejano. Fueron minutos difíciles para el Marino. La segunda parte comenzó intensa.

El conjunto visitante buscó el empate con bastante fe. No obstante, volvió a golpear el Melilla. Juanmi anotó uno de los tantos de la jornada: el lateral avanzó por la banda izquierda y, desde unos 30 metros, soltó un latigazo por toda la escuadra, un auténtico golazo que, de todas formas, no mató a un Marino que, minutos después, recortó diferencias. Richi empujó a su propia portería un centro de Boedo, elevando el 2-1 al marcador. Los hombres de Oli apretaron en busca de la igualada, pero poco a poco, el Melilla fue imponiendo su fútbol de control y aminorando las capacidades del rival. El Marino recibirá el próximo domingo (17.00 horas) al Las Rozas, el equipo situado en el puesto de eliminatoria de permanencia, con dos puntos menos que el conjunto asturiano.