El fútbol mundial, de luto por Xana

Rubiales dejó Mónaco el viernes después de consensuar con su equipo de comunicación que Robert Moreno no ofreciese rueda de prensa tras su primera lista de convocados en señal de respeto y solidaridad con la familia Martínez Cullell y tras recibir condolencias de muchos representantes institucionales de los distintos clubes presentes en Mónaco por los dos sorteos, el de la Champions League del jueves y el de Europa League del viernes. De hecho, antes de comenzar la gala en el Forum Grimaldi el director de competiciones de la UEFA, Giorgo Marchetti, trasladó todo el apoyo de la organización y del fútbol europeo al exseleccionador español por el fallecimiento de su hija de nueve años.

Marchetti se refirió a la tristeza que el fútbol siente este día por la tragedia personal sufrida por el técnico asturiano y el deseo del mundo del fútbol de acompañarle en estos momentos.

Tras el sorteo de la fase de grupos algunos de los presentes tuvieron un recuerdo con Luis Enrique como Ángel Torres, presidente del Getafe. «Ha sido un bonito detalle por parte de UEFA, mandarle apoyo es lo mínimo que podemos hacer en esta situación. Yo lo siento de verdad, muchísimo», señaló.

Este fin de semana se guardará un minuto de silencio en los prolegómenos de todos los partidos de las competiciones oficiales de ámbito estatal que se disputen este fin de semana y la Federación Española solicitó a UEFA poder mostrar su respeto del mismo modo antes de los encuentros internacionales de la Selección española ante Rumanía y las Islas Feroe, que se disputará en Gijón el próximo domingo 8 de septiembre.

El destino es demasiadas veces caprichoso. Iba a servir el encuentro para que Luis Enrique se reencontrara con el público que tanto le admira como gijonés y sportinguista. Ese día, precisamente, cumpliría su primer aniversario al frente del banquillo de la selección. Sin embargo, la desgracia personal que se cebó con su familia provocó que el fútbol pasara a un plano secundario. El entorno siempre ha sido prioritario para el exjugador del Sporting, Real Madrid y Barcelona. No tuvo reparos en tomarse un periodo sabático para disfrutar de su esposa y sus hijos en el pasado Luis Enrique que, nada más conocer desde Malta -donde se encontraba concentrado con la Selección española-, los primeros síntomas de la enfermedad de su hija pequeña, se apartó a un lado como máximo responsable técnico de la Selección.

Rubiales y el resto de la Federación siempre trasladaron a Luis Enrique un apoyo sin fisuras en esta cruzada contra la cruel enfermedad. La última palabra siempre sería la del técnico gijonés. Y así fue. Llegado el momento, Luis Enrique vio incompatible continuar en el cargo -el más cotizado para cualquier técnico español- y prefirió dejar las manos libres a los responsables federativos para elegir un sustituto.

El relevo fue Robert Moreno, auxiliar del asturiano en esta etapa. Hasta ahora, en las convocatorias previas, había consensuado la confección de la lista. Sin embargo, en esta ocasión, toda la responsabilidad pasa a ser del entrenador catalán, que estrena esta semana su cargo, después de un periodo de interinidad.

La Federación ha optado por suspender su comparecencia, dado el contexto, en la que iba a dar explicaciones de los futbolistas que acudirán a disputar el partido ante Islas Feroe en El Molinón, además del encuentro ante Rumanía. Una decisión entendible y celebrada por el fútbol español, que se unió al luto en la teoría y en la práctica. El Real Madrid, equipo en el que militó Luis Enrique, guardó un minuto de silencio antes del comienzo del entrenamiento de ayer y lo hará en el partido de esta jornada al igual que ocurrirá en todos los encuentros que se celebren en España.

Los dos encuentros que abrieron la jornada en Primera División: Sevilla-Celta y el derbi vasco entre el Athletic y la Real Sociedad guardaron un riguroso minuto de silencio en recuerdo a Xana y su familia, como también se hizo en el Zaragoza-Elche de Segunda División.

La FEF informó también que, ante la cantidad de peticiones recibidas, «es deseo de Luis Enrique y su familia vivir en la más estricta intimidad todo lo que envuelve al fallecimiento de su hija».