La fragilidad defensiva prolonga la sangría de puntos del Marino

Apenas se habían asentado los dos equipos sobre el césped de Miramar cuando un centro de Carlos Bravo desde la derecha se paseó por el área pequeña. Iván Fernández intentó despejarlo por partida doble, pero en su segunda intentona Sergio Marcos fusiló por alto al meta Chechu. El conjunto dirigido por Oli quedó muy tocado anímicamente, desnortado durante los veinte primeros minutos, aunque el colegiado hizo la vista gorda antes de alcanzarse el ecuador de la primera parte con un despeje de puños de Zubiaurre en el que el guardameta vasco golpeó en la espalda a Mendi.

Los leoneses controlaron bien la medular a través del dúo formado por Eric Montes y Sergio Marcos ante un conjunto luanquín que tardó en meterse en el encuentro. Tras el descanso, los luanquinos reincidieron en su fragilidad defensiva en la segunda mitad. Carlos Bravo avanzó hasta ganar la línea de fondo y sirvió un balón que la zaga local no atajó. Héctor Hernández batió con la puntera y casi sin ángulo al meta Chechu para firmar un gol evitable.

Con el duelo más abierto por la necesidad local, un disparo de Héctor Hernández se estrelló en la escuadra y se perdió fuera en el minuto 63 perdonando la sentencia. Casi a renglón seguido, el Marino se quedó con diez jugadores al ver Nacho Matador la segunda cartulina amarilla en una jugada polémica, al intentar poner rápido el balón en juego tras una falta favorable a los locales. Chechu evitó con una buena intervención que Dioni firmase el tercero y los gozoniegos tiraron de orgullo para intentar recortar diferencias. Iván Fernández, Álex Arias y Enol protagonizaron los intentos más destacados de ajustar el marcador de un choque en el que Miguel Prado reclamó penalti por la mano de un defensor visitante en el tiempo añadido. Al final, los de Oli pagaron un alto precio por su endeblez defensiva ante un rival que supo leer a la perfección lo que demandaba el partido.