Extremos en peligro de extinción

Solo Addai, jugador del Alcorcón, regatea más esta temporada en Segunda División que Haissem Hassan, cedido por el Villarreal con una opción de compra obligatoria de tres millones de euros en caso de ascenso. Dependiendo del ojo que examine su actuación, puede haber mil opiniones sobre su juego y desempeño sobre el campo, pero lo cierto es que no deja a nadie indiferente.

Intermitente en su rendimiento, el extremo está convirtiéndose en uno de los jugadores de banda más peligrosos y difíciles de parar de la categoría por la riqueza de su repertorio en el uno contra uno y, sobre todo, su punta de velocidad. Tan acusada es su influencia con sus apariciones individuales en los partidos que Miguel Ángel Ramírez le libera de tajo defensivo, contraponiendo el técnico su alegría con el posicionamiento táctico del central Pascanu.

Diferente es el caso de Paulino, que no acaba de tener toda la confianza que esperaba de Luis Carrión. Sus irrupciones en las últimas jornadas han sido sonoras y su paso por el derbi promete ser, al menos, ruidoso. Resolvió en el último minuto el duelo con el líder Leganés en el Tartiere con un zapatazo desde fuera del área y estuvo a punto de provocar el volteo de marcador ante el Eldense en el último antecedente liguero.

«Depende mucho de la inspiración, pero él solo es capaz de ganar partidos». Así de tajante se mostró el técnico azul hace pocos días al ser cuestionado sobre el impacto del cántabro, aterrizado este verano procedente de México. No lo ha tenido fácil Paulino. Formado en las categorías inferiores del Inter de Milán y del Atlético de Madrid, el cántabro buscó estabilidad en el Alavés con apenas 19 años. En el filial del conjunto vitoriano estuvo cuatro campañas y llegó a debutar con el primer equipo en un encuentro ante el Celta de Vigo el 21 de junio de 2020. Su carrera tomó impulso en el Logroñés y se consolidó en el Málaga, que le sirvió de trampolín para firmar con Pachuca, contribuyendo a la consecución del Trofeo Apertura 2022.

Distinta ha sido la trayectoria de Hassan. Tras sus inicios en el club de su localidad natal, Bagnolet, Hassan dio el salto al Chateauroux, donde jugó entre 2018 y 2020. En este equipo alternó sus participaciones en el filial y en el primer equipo, con el que debutó en el fútbol profesional disputando varios partidos en la Ligue 2. En octubre de 2020 el Villarreal alcanzó un acuerdo con el Chateauroux para el traspaso del futbolista. Durante su primer curso en España se incorporó al filial amarillo, entonces en la desaparecida Segunda B, hasta que dio el salto al fútbol profesional, en Segunda División, de la mano del Mirandés, en el que jugó cedido la campaña 2021-2022. De hecho, su estancia en Anduva ha sido, hasta el momento, su mejor temporada en España. Con el Mirandés jugó en un total de 35 partidos, en los que consiguió anotar tres goles, además de asistir en otros cinco.

«Hassan te revoluciona la segunda parte, la primera parte, los comienzos y los añadidos. Si algo tiene es que es revolucionario», opina Miguel Ángel Ramírez, que después de alguna duda le ha dado galones de titular, consciente de la importancia que tiene en la forma de jugar del Sporting esta campaña.

Las rachas

Estos agitadores viven muchas veces de las rachas. Dicho de otra forma, de la confianza. Ese primer regate. El lunes, en Zaragoza, Julio Velázquez, metió a Mollejo en banda para amargar la noche a Hassan. A la vista del resultado, no hay duda de que lo consiguió. Pero el francés no se rindió nunca a pesar de regresar para casa con alguna herida de 'guerra' producto de la intensidad de sus marcadores. Guste más o menos, el extremo no dejó de probarlo, a pesar de todo.

Este tipo de jugadores tienen en su adn un gen especial. Capaces de lo mejor y lo peor, como los toreros: puerta grande o enfermería. En la retina quedan los partidos del rojiblanco en Santander o Albacete. Paulino, mucho más eficaz de cara a portería. En su haber figuran cinco goles a pesar de haber jugado sólo 19 partidos, de los cuales la mayoría entró desde el banquillo.