El guión estaba saliendo según estaba previsto por las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado. El cordón policial vigiló hasta el último detalle en los accesos tanto de los equipos como de la afición del Real Oviedo. El único problema surgió con la llegada de un segundo autocar del club azul en la que viajaban algunos representantes de la entidad, además del coordinador de seguridad.
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Según fuentes consultadas, estaba previsto que su entrada se produjera por la puerta cero. Sin embargo, los miembros de la delegación azul intentaron entrar por la puerta del parking surgiendo un problema con los miembros de seguridad de El Molinón, que no tenían constancia de que entraran por esa zona. El coordinador de seguridad del estadio gijonés, Claudio Alperi tuvo que mediar para solucionar el problema y terminar con una confusión que provocó algunos momentos de tensión en las horas previas al derbi.
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