Oviedo 1 - 0 Sporting. El derbi se vuelve a teñir de azul

No fue un derbi al uso. El Real Oviedo y el Sporting se volvieron a ver las caras a puerta cerrada. Si El Molinón fue el primer escenario en el que se enfrentaron sin público, esta vez el Carlos Tartiere vivió sobre su césped el mejor duelo asturiano. El choque, deportivamente hablando, también se salió del guion, al menos, en su primera parte.

Los clásicos derbis sin ocasiones, trabados, y con imprecisiones quedaron atrás para ver un enfrentamiento en el que ambos equipos gozaron de oportunidades hasta que Tejera marcó el gol dela victoria. Su tanto, de penalti, cambió el choque, que en su segunda parte apenas se vio una jugada.

El propio Tejera pudo marcar nada más comenzar el partido con un disparo desde la frontal que se fue alto. No tardó en responder el Sporting para dejarse notar en el área rival con un Manu Gacía muy participativo. En una de las acciones, el colegiado no señaló penalti por mano tras un disparo de Uros Djurdjevic. La jugada fue muy protestada por los rojiblancos aunque el VAR revisara la polémica jugada.

El balón se lo repartieron en cuanto a posesión se refiere. Por momentos el Sporting estuvo más acertado que el Oviedo, aunque los azules también se dejaron notar en el balcón del área de Mariño. Tejera desequilibró la balanza en el primer acto. Lo hizo desde los once metros después de que Javi Fuego cometiera un claro penalti sobre Sangalli. El centrocampista ejecutó la pena máxima con un sutil disparo que dejó a Diego Mariño por los suelos.

La segunda mitad comenzó con dominio del Sporting. Al equipo de Gallego le tocó tomar riesgos para buscar el empate. El Oviedo estaba cómodo sobre el terreno de juego esperando una oportunidad para sentenciar el duelo. Nahuel pudo marcar, pero Maiño lo evitó con una parada. A partir de ahí, los entrenadores movieron el banquillo: Gallego introdujo a Carmona por Cumic, mientras que Ziganda hizo lo propio con Borja Sánchez y Mier para dar descanso a Nahuel y Blanco. Quedaba media hora de partido.

El ritmo decayó y el Oviedo se llevó el encuentro a su terreno. Al bajar el juego, las ocasiones brillaron por su ausencia. El tiempo corría a favor de los locales y los nervios y las precipitaciones se apoderaron de los visitantes. En los instantes finales apenas se vio fútbol, en general la segunda parte fue peor. El gol de Tejera marcó el devenir el choque y el equipo de Ziganda se supo defender ante un inofensivo Sporting.

De nuevo el derbi se tiñe de azul. El líder cedió su primer partido y encajó su primer gol ante su eterno rival. Por su lado, el Oviedo estrenó su casillero de victorias y qué mejor momento que hacerlo ante el Sporting.