Santi Mina rescata al Valencia ante el Ebro

Y es que el conjunto de Marcelino ha empatado en diez de los trece partidos oficiales que ha disputado esta temporada y solo ha conseguido una victoria, lo que ha provocado que haya aparecido cierta ansiedad en las filas del equipo.

El principal hándicap del Valencia esta temporada está siendo la escasa capacidad anotadora que está demostrando, ya que solo ha marcado ocho goles en los rece encuentros disputados.

Por ello, ante el Ebro el Valencia, en La Romareda, no solo necesita de la victoria para encarrilar una eliminatoria, en la que es claramente favorito, sino que debe servir para subir la moral del equipo, en especial la de los delanteros, que muestras un bagaje anotador muy por debajo del esperado.

Marcelino va a realizar numerosas rotaciones en su formación inicial, tanto por decisión técnica como por los problemas físicos de algunos jugadores.

Así, son baja para este partido Dani Parejo, debido aun problema intercostal agudo, siguen lesionados Denis Cheryshev, Gonçalo Guedes y Cristiano Piccini, mientras que ha decidido dar descanso a algunos jugadores como Geoffrey Kondogbia, Rodrigo Moreno, Ezequiel Garay y Jose Luis Gayà.

Por contra, es novedad Santi Mina, quien será titular tal y como avanzó el técnico, tras recuperarse de su lesión en la rodilla. También ha citado a los canteranos Kang In, Uros Racic, Álex Blanco y Hugo Guillamón.

En portería tendrá su oportunidad Jaume Domenech y en la línea defensiva Diakhaby y Murillo podrían formar el eje central, mientras que Lato dará descanso en el carril izquierdo a Jose Luis Gayà y en el lateral diestro dará continuidad a Rubén Vezo.

En la medular, las bajas de Parejo y Kondogbia abren un abanico de posibilidades ya que su vacante podría ser cubierta por Carlos Soler, que abandonaría así la banda derecha, o por Daniel Wass; mientras que Kagn In podría jugar por banda izquierda como titular.

El CD Ebro afronta el partido como un premio a la trayectoria llevada en el torneo del K.O. pero sin olvidar competir para buscar un posible sorpresa.

En el seno del conjunto zaragozano tienen muy claro que la prioridad es la Liga, en donde no ha comenzado la temporada como en campañas anteriores pues el equipo es colista, aunque no está lejos de la salvación ya que la tiene a tres puntos.

A pesar de ello, enfrentarse a un equipo de Liga de Campeones como el valencianista es un caramelo que todos quieren disfrutar y más en un escenario como el estadio de La Romareda ya que el pequeño campo del Ebro es de césped artificial y no reúne las condiciones para acoger un encuentro de este nivel.

Aunque la diferencia de categoría y de potencial entre uno y otro equipo es abismal nadie en la plantilla zaragozana renuncia a soñar con hacer un gran partido y ponerle las cosas difíciles al conjunto de Marcelino García Toral.

El torneo copero ya ha dado muestras de que las sorpresas se repiten año tras año, en mayor o menor medida, y como la fantasía es gratis nadie renuncia de antemano a conseguir algo importante, aunque para ello se debe repetir un patrón habitual en estos casos, que el equipo superior se relaje en exceso o que tenga muy mal día y que al pequeño le salga todo redondo.

Además de la desventaja de categoría, el cambio de escenario tampoco se puede decir que beneficie a un conjunto maño acostumbrado a disputar sus partidos en césped artificial y en un terreno de juego de menores dimensiones, aunque esta temporada los mejores partidos los ha disputado fuera de casa.

El Ebro espera que con los precios populares que ha puesto para presenciar el partido se animen bastantes aficionados a ver a un equipo de categoría continental, algo que no sucede en la capital aragonesa desde hace mucho tiempo.

Un doblete de Santi Mina, que reapareció tras dos meses de baja por lesión, encarriló en nueve minutos (71 y 80) a favor del Valencia la eliminatoria de Copa del Rey ante el C.D. Ebro, que compitió a un excelente nivel pese a que jugó una hora en inferioridad numérica.

Incluso con un hombre menos el equipo zaragozano fue capaz de adelantarse en el marcador y aguantar a un Valencia con excesiva calma y que sabía que tenía el comodín del partido de vuelta en Mestalla.

El conjunto aragonés tiró de orgullo para jugar un buen partido en el que, a pesar de la gran diferencia con el Valencia, supo competir y plantar cara a un rival muy superior.

En una alineación con muchas ausencias de titulares, los suplentes del Valencia no parecieron querer reivindicarse ni por juego ni por goles y parecieron apostar todo al partido de vuelta, hasta que Santi Mina anotó dos tantos en los minutos 71 y 80, y acabó con el sueño del equipo local de al menos no salir derrotado.

El Ebro salió valiente y, lejos de echarse atrás, presionó alto a su rival e intentó crear peligro cuando tuvo el balón en su poder. Por su parte, el Valencia, sabedor de su mayor potencial, se dedicó a ir madurando el partido sin prisa, consciente de que llegaría su oportunidad. Y más cuando vio que el lateral izquierdo del conjunto aragonés, Tiago Portuga, fue expulsado en el minuto 29 por doble amonestación. Hasta entonces, el Valencia solo había tenido una oportunidad de gol, por medio del francés Kevin Gameiro en el minuto 23, que salvó el portero Salva.

A partir de esa jugada se intensificó el dominio visitante con un par de ocasiones más que no llegaron a buen puerto aunque el conjunto maño también fue capaz de asustar a su oponente en una contra con un remate de Víctor García dentro del área que dio en el cuerpo de un defensor.

El Ebro consiguió llegar al descanso con la portería inmaculada y tras el tiempo de refresco no le quedó más remedio otra que echarse atrás ante un Valencia dominador al que le faltó velocidad en sus acciones para sorprender a los propietarios del terreno, que se defendieron con orden y sin grandes problemas, aunque el coreano Kang In remató con rosca al exterior del palo derecho de la portería del equipo del barrio de La Almozara en el minuto 56.

Con el partido dominado por el equipo valenciano, el Ebro encontró un resquicio para intentar hacer daño a su oponente: las jugadas a balón parado. Una pérdida valencianista en el medio campo propició una falta en la banda izquierda que, lanzada por Sergio Cortés, remató de cabeza Jon Ander para abrir el marcador en el minuto 62.

El equipo de Marcelino García Toral siguió dominando, pero el Ebro se defendió bien y no sufrió especialmente hasta que apareció un efectivo Santi Mina, que, con dos tantos en los últimos veinte minutos, dio la vuelta al partido y situó a su equipo a un paso de la siguiente ronda.