Muniain reconoce que sintió «verdadero terror» a la hora de lanzar el penalti

El encuentro, cerrado al público, ha reunido, sin embargo a un gran número de niños de los colegios de la villa alrededor de las instalaciones que no han dejado de aclamar a sus ídolos desde la valla exterior. La presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui, ha sido la encargada de recibir a la delegación rojiblanca, encabezada por su máximo mandatario, Jon Uriarte, a las puertas del recinto. Junto a él se encontraban también el técnico Ernesto Valverde, su segundo Jon Aspiazu, así como José Ángel Iribar que lucía una txapela rojiblanca, y los capitanes Iker Muniain y Oscar de Marcos que eran los que portaban la Copa.

Entre los miembros de la plantilla que también se han desplazado hasta Gernika estaban Iñaki Williams, Iñigo Lekue y Raúl García. Minutos antes del acto y tras unas breves palabras de Ana Otadui, se ha guardado un minuto de silencio por el fallecimiento la víspera de José Antonio Ardanza, lehendakari entre 1985 y 1999. Jon Uriarte recordó sobre su figura que «asistió en 1998 a la inauguración de Ibaigane como sede social del Athletic».

Otadui ha afirmado durante el homenaje que «el Árbol de Gernika es el símbolo universal de los vascos y el Athletic lo es de toda Bizkaia» y que la entidad rojiblanca «es sentimiento y orgullo por su filosofía y afición y que representa una serie de valores que engloba a todas las personas con independencia de las ideologías lo mismo que el Árbol de Gernika, dos símbolos que estarán siempre unidos». Por su parte, el presidente de la entidad rojiblanca señaló que «la perseverancia y no rendirse es el estilo del Athletic. Somos un club único, fuerte y que cree en un modelo que traspasa fronteras», lanzó. Otadui hizo entrega al club de una placa, mientras que el Athletic le obsequió con dos camisetas, una la que se pusieron los jugadores tras ganar en La Cartuja y otra rojiblanca firmada por los miembros del plantel y cuerpo técnico presentes en el hemiciclo.

Muniain, que fue uno de los jugadores designados por Valverde para la tanda de penaltis tras la prórroga reconoció que sintió «verdadero terror» y «angustia», aunque tenía claro dónde y cómo iba a tirarlo. «Los que estuvimos allí abajo nunca hemos sentido tanto miedo en un terreno de juego», reconoció en relación a la tremenda responsabilidad que recaía sobre sus hombros. Nada menos que romper con el gafe de seis finales –cinco de Copa y una de Europa League– perdidas en los últimos años. «Por suerte tuvo un final feliz para todos», soltó aliviado.

El capitán rojiblanco, que espera que el jueves se rompa el récord de un millón de personas que acudieron en 1984 a celebrar el título con los campeones desde ambos márgenes de la ría, también pone la mirada en el futuro. El premio lo merece. Y es que, aunque los de Valverde ya tienen asegurada su presencia en Europa tras ganar la Copa, tienen todavía la posibilidad de clasificarse para la Champions y «queremos pelear por ello», reconoció Muniain. Para ello, es importante ganar el domingo al Villarreal de Marcelino en San Mamés.

El de la Txantrea cree que el título de Copa es «vitamina pura» para el club. «El Athletic es un sentimiento que se pasa de generación en generación, pero si lo acompañas con éxitos tan grandes como estos pues ni te cuento. Engancha a los niños», reconoció. La visita concluyó con los jugadores acercándose a la valla para chocar palmas con los niños y con Valverde e Iribar firmando autógrafos. El Chopo e Iñaki Williams han sido los más aclamados y algunos de los chavales lanzaron a Valverde un reto a viva voz «el año que viene a por la Champions», pidieron al de Viandar de la Vera.