El Caudal peca de falta de efectividad en Lezama

El entrenador de porteros, Diego García, que hacía las veces de entrenador tras la dimisión de Paco Fernández, presentó en Lezama cinco novedades en el equipo respecto al empate contra el Izarra la jornada pasada. Sus hombres saltaron al húmedo campo y se guarecieron en su parcela dejando el balón a los jóvenes rojiblancos. Así, aprovecharían las contras y ya a los dos minutos un balón largo a Iker Alegre, que pudo marcar, se lo quitó de los pies el internacional vasco Unai Simón. Colocó a dos hombres como pivote, Alberto y Borja Prieto, que intentaban taponar las incursiones locales y dar salida a la pelota, pero apenas la tuvieron en este período ya que iban a sufrir ante las avalanchas de los de Garitano.

Los laterales de Lezama entraban por ambas bandas, sobre todo Andoni López por la izquierda. El que iba a tener varias ocasiones sería Larrazábal que falló dos muy buenas y luego Guruzeta tampoco encontraría el marco visitante. Poco a poco el Bilbao Athletic se acercaba con más peligro y Larrazábal en un forcejeo con Invernón provocó un penalti de éste. Lo marcaría Guruzeta y así lograba su octavo tanto esta temporada.

Los astures despertaron con el gol en contra y adelantaron sus líneas. Ahora serían los vizcaínos los que iban a aprovechar los espacios para provocar rápidos contragolpes. De nuevo el activo Larrazábal se presentaría en sendas oportunidades pero Rabanillo demostró una gran calidad y evitó un nuevo tanto local.

El Caudal, por su parte, dispuso de un disparo desviado de Javi Sánchez a la media hora de juego y luego Camochu también lanzó una falta directa desde fuera del área que rozó uno de los postes de Simón.

Los del Principado, tras el paso por vestuarios, se hicieron dueños de la contienda. Empujaban con fuerza y Camochu, en una escapada se quedó sin ángulo y cedió el cuero a Davo para que lo introdujera. Óscar Gil sobre la línea de meta evitaría el tanto. El esférico lo tenían los asturianos y buscaban con muchas ganas el empate. Pero no llegaba, tampoco en un remate de Davo que saldría alto.

Los técnicos comenzaron a mover sus banquillos y Diego García quemó sus naves con los tres de los que disponía. Pero su equipo es el menos goleador del grupo y apenas generaría nuevas ocasiones para lograr ese punto tan necesario. Y como dejaban muchos metros a sus espaldas, un balón largo de Larrazábal generó la contra que iba a suponer el segundo tanto del Bilbao Athletic. Dopi se marchó 40 metros en solitario y, ante la desesperada salida de Rabanillo, le batió por bajo para que el segundo conjunto más goleador del grupo sentenciara el encuentro.