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El entrenador del Oviedo B, Emilio Cañedo, se estrenó en el derbi asturiano de filiales con victoria. El técnico azul observó un choque con dos partes bien diferenciadas, una primera en la que su equipo tuvo el control del partido y una segunda en la que la expulsión de Riki les hizo dar «un paso atrás».
«Josín y Andoni (Ugarte) en particular, como todo el equipo en general, defensivamente estuvieron impecables», expuso el técnico de Grado, que cree que el triunfo en El Molinón refrenda el buen trabajo de las semanas previas. La victoria permite a los azules dar continuidad a su racha positiva de resultados ante el Sporting B.
«Es una inyección de moral porque somos los dos equipos más representativos de la región y el hecho de que los duelos se decanten a favor nuestro te deja un gran sabor de boca», señaló Cañedo, que recordó que a pesar de estrenarse en un duelo ante el conjunto gijonés al frente del filial conoce bien su significado tras varios años en El Requexón. «Siempre tuve esa rivalidad sana de tratar de ganar al Sporting», indicó.
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