Complejo Deportivo de La Toba, donde tuvo lugar la trifulca. LVA

A botellazos, golpes y empujones: un partido asturiano de cadetes acaba en una nueva trifulca

Jugadores y miembros del cuerpo técnico de Quirinal y Andés se acusan mutuamente del nuevo incidente que empaña el fútbol base asturiano

R. D.

Avilés

Sábado, 6 de abril 2024, 20:27

Continúa la ola de agresividad en el fútbol asturiano. Tras los recientes casos de la agresión al colegiado de fútbol sala Carlos Manuel González-Posada, que acabó en el Hospital con una fractura de cadera, o los golpes entre jugadores de Hispano y Vallobín en la Oviedo Cup ... , el Complejo Deportivo de La Toba en Llaranes (Avilés) fue testigo este mediodía de un nuevo capítulo a erradicar en el deporte.

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En el partido Quirinal-Andés de Segunda Cadete, y con 1-1 en el marcador, el equipo local marcó el 2-1 en el minuto 90, saltando técnicos, jugadores e incluso miembros del club de otras categorías que estaban viendo el partido tras la valla al campo a celebrarlo. A partir de ahí, mientras que desde el Quirinal cuentan que «los jugadores del Andés, contrariados por el tanto, acudieron al banquillo a empujar a nuestros jugadores y entrenadores», la versión del Andés es que «tras el gol se lanzó el balón fuera para perder tiempo, uno de nuestros jugadores se acercó al banquillo del Quirinal para pedir otro y le cayeron empujones, golpes e incluso algún lanzamiento de botella».

Tras el pitido final, que tuvo lugar un par de jugadas después, se produjo una tangana y de nuevo hay dos versiones. En la del Quirinal, el segundo entrenador recibió «un empujón» por parte de un jugador del Andés, que «fue apartado y se tiró al suelo. A partir de ahí saltaron padres de los dos equipos, pero con ánimo de separar. No fue necesario que llegase la Policía y no ocurrió nada grave». Desde el equipo naviego, sin embargo, señalan que «el entrenador del Quirinal agarró del cuello y golpeó en el hombro a nuestro jugador, tirándolo al suelo. Dijo que 'se la sudaba que fuese un guaje' y la actitud general del equipo fue muy chulesca, aunque es verdad que después bajaron padres y se paró la trifulca. Nos fuimos a la ducha y no ocurrió nada más, aunque la colegiada reconoció que había visto lo ocurrido».

Aunque ambos equipos están a la espera del acta, que aún no se ha cerrado, la familia del jugador afectado está barajando la posibilidad de presentar una denuncia.

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