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Con una pasión acrecentada por el sentimiento de pertenencia, el pulso entre el Oviedo y el Sporting es siempre un partido repleto de emociones, percibido desde una óptica diferente por los jugadores criados en las canteras de ambos clubes. Crecieron disputándolos en Mareo y ... El Requexón y después de alcanzar la meta de ascender al primer equipo son los encargados de transmitir a los recién llegados al vestuario toda la dimensión de duelos como el de este domingo en el NMR Carlos Tartiere, donde hay en juego algo más de tres puntos.
El orgullo de insuflar una dosis extra de moral a la afición es la recompensa adicional en un choque que después de varios años con pocos representantes asturianos sobre el césped, en los que el balón echó a rodar con apenas tres futbolistas nacidos en el Principado, el derbi acentúa su carácter autóctono sobre el rectángulo de juego. Las hinchadas verán cumplida su recurrente petición de ver luchar por el triunfo en el duelo regional a una pléyade de canteranos con el escudo que defendieron desde niños en el pecho.
Ambos bandos tendrán referentes con lo que identificarse, que plasmen el entusiasmo que envolvía a los derbis en las gradas antes de que la pandemia bajase de forma abrupta los decibelios. Con Mareo como bandera del primer proyecto confeccionado por Javi Rico, David Gallego ha otorgado continuidad a los productos más prometedores de la factoría rojiblanca mientras el club ha reducido sus movimientos en un mercado austero en el que los refuerzos han llegado a cuentagotas a Gijón.
En los planteamientos de Ziganda, que ha perdido este verano a su antiguo capitán, Saúl Berjón, han cobrado relevancia Viti y Javi Mier. Los dos canteranos azules han ganado protagonismo una zona de tres cuartos en la que se ha afianzado en las alineaciones en este inicio liguero Borja Sánchez, artífice del último triunfo oviedista en El Molinón con una jugada individual ya icónica entre la afición carbayona, al finiquitar dos décadas de sequía de victorias azules a orillas del Piles.
En ese derbi del pasado 22 de junio, cuatro futbolistas asturianos, dos por bando, estuvieron sobre el césped en el pitido inicial, mientras que solo cinco llegaron a coincidir sobre el campo en el último choque entre el Oviedo y el Sporting en el Carlos Tartiere. Al menos esa misma cantidad de jugadores nacidos en el Principado han estado en todas las formaciones que ha puesto en liza David Gallego, que juntó desde el primer minuto a media docena de jugadores forjados en Mareo en las tres primeras jornadas.
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Desde la vuelta de los derbis en septiembre de 2017, el pulso con más representación lo acogió el Carlos Tartiere en febrero de 2018, en un choque resuelto por un doblete de Mossa que comenzó con seis asturianos. Una cifra que salvo sorpresa se superará la noche de este domingo, ya que ambos técnicos siempre han empleado hasta la fecha a un trío de embajadores del fútbol regional y varios forman parte de la columna vertebral de sus onces de gala.
Siete asturianos han sumado minutos durante las cuatro primeras jornadas en el Oviedo (Lucas, Javi Mier, Viti, Borja Sánchez, Jimmy, Riki y Javi Cueto) y ocho de sus paisanos han contribuido a aupar al ático de la clasificación al Sporting (Borja López, Pablo García, Javi Fuego, Pedro Díaz, Gragera, Manu García, Pablo Pérez y Gaspar).
El bagaje de Pablo Pérez
Aunque solo en uno de ellos fue titular y terminó con el regusto amargo de la derrota que detonó la destitución de Rubén Baraja como entrenador del Sporting, Pablo Pérez es el que más experiencia acumula en los duelos de rivalidad regional dentro de las dos plantillas, fruto de sus cuatro participaciones en los choques con el Oviedo. El gijonés es el único asturiano de la plantilla rojiblanca que ha paleado una victoria en un derbi, pero por un esguince de rodilla no estará este domingo sobre el césped del Tartiere. Allí se estrenarán Manu García y Borja López, mientras que Pablo García y Gaspar querrán sacarse la espina de su estreno en el municipal ovetense, donde sufrieron una dolorosa derrota en el derbi de filiales que a la postre ejercería como prematura despedida de temporada del Sporting B.
En ese choque dejaron su impronta goleadora Riki y Viti, que ambicionan sumar su segunda presencia en un derbi de la categoría de plata y contribuir desde el terreno de juego a reforzar la dinámica positiva de los azules ante el Sporting. Invertir esa tendencia es el propósito de los gijoneses, espoleados por su inmaculado inicio liguero y con la motivación de un nutrido grupo de jugadores cultivados en su vivero, plenamente conscientes de que el partido que encaran el domingo no es una cita común, Tampoco negociarán esfuerzos para sonreír el lunes los canteranos carbayones, con la ilusión de convertirse en profetas en su tierra como el pasado curso logró Borja Sánchez.
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