El sueño del Ceares debe esperar

Los de Pablo Busto salen con fuerza y a los dos minutos dan el primer aviso. Madeira tira junto al poste tras centro al área de Pelayo, que en la siguiente acción pone en aprietos, con un duro disparo, al meta Jandro.

Sin un claro dominador, ambos equipos muestran un carácter muy ofensivo con el objetivo de perforar la meta contraria lo antes posible.

Al cuarto de hora de juego, Óscar remata por encima del larguero, mientras que técnico visitanta Chiqui de Paz vio la amarilla por despejar el balón, impidiendo el saque de banda. El San Martín se sacude el control rojillo con un peligroso y escurridizo Ebea, que crea mucho peligro. Sin embargo, en la siguiente jugada, cumplida la media hora. Medori bota un saque de esquina y el balón pega en el largo. Pero son los visitantes dos minutos después, tras un fallo defensivo local, los que marcan por medio de Ebole, que solo ante Kike le bate por bajo.

Antes del descanso, Monasterio lanzó un derechazo que detuvo con gran segurirad el portero cearista Kike.

En la reanudación, Aitor pudo empatar el partido. Pero nada más lejos de la realidad llega el segundo del San Martín en otro error local. Centra Monasterio y el balón,tras no despejar la zaga local, cae a los pies de Lele, que bate al portero del conjunto gijonés.

El Ceares trata de acortar distancias. Sin embargo, en el minuto 61, tras el lanzamiento de una falta lateral, Alonso obtuvo el tercero para los visitantes. Doce después, los de Pablo Busto recortan distancias con un tanto de Juan Carlos tras botar una falta Aitor. A renglón seguido, tiro de Cueto, que lame el palo y a seis minutos para la conclusión del tiempo reglamentario, Cristian hace el cuarto desde el borde del área después de varios descuidos de la defensa local, que este mediodía no estuvo como en otras ocasiones.

El público no dejó de animar a su equipo a pesar del varapalo que supuso el resultado. La afición de La Cruz despidió entre aplausos a los jugadores y al cuerpo técnico, reconociendo su brillante temporada que puede tener la guinda con el ansiado ascenso.