«Mi año en el Real Oviedo me vino muy bien, vuelvo mucho a la ciudad»

Campeón de Europa con el Estrella Roja de Belgrado, jugador del Real Madrid, Barcelona y Sevilla, pieza importante en la selección de Yugoslavia, primero, y en la de Croacia que a punto estuvo de eliminar a la Francia de Zidane en el Mundial de 1998, después, Robert Prosinecki (Schwenningen, Alemania, 1969) fue uno de los jugadores de más calidad de su época. Desde el puesto de seleccionador de Montenegro, recuerda uno de sus mejores años, el que pasó en el Real Oviedo, donde dejó su impronta.

–¿Cómo es su vida de entrenador?

–Siempre quise hacer esto, estar a gusto, trabajando, viendo si te salen bien las cosas. Me gusta la vida de entrenador.

–¿Cuánto ha cambiado su vida desde que trabaja en los banquillos?

–Es totalmente diferente. Como jugador piensas, casi, solo en ti mismo. Ahora te enfocas en el grupo, necesitas estar pendiente de todos los jugadores, del cuerpo técnico... es totalmente diferente. Mi visión del fútbol es la misma. Me gusta que mi equipo juegue bien.

–Como jugador, se le recriminaba su estado físico. ¿Es ahora muy exigente en este plano?

–No creo que sea verdad. En mi época, los que me conocen, saben que estaba físicamente bien. Tenía problemas de lesiones en el Real Madrid, pero en mi etapa en el Estrella Roja, en el resto de equipos, estaba físicamente bien.

–¿Cuenta con Djuka para la selección?

–Ahora mismo no. Tenemos unos jugadores que están por delante de él. Estaba jugando bien en Gijón y ahora está en México. Seguramente, ahora no cuente con él, pero todo está abierto en la Selección.

–¿Qué recuerdos guarda de España?

–Muchísimos. Estuve siete años, con muy buenas épocas en las que hice muchos amigos. Mi hermana vive en Oviedo, voy mucho por España y me encanta ese país.

–Pasó un año en el Real Oviedo y se ganó el cariño de la afición.

–Un año muy bueno para mí. Radomir Antic, que ya no está con nosotros, fue el que me llevó allí cedido por el Real Madrid. Me vino muy bien: el campo estaba lleno, jugamos buenos partidos, ganamos a los grandes... Un año bonito. Mi hermana vive en Oviedo y voy mucho. A mis hijas les encanta ir allí.

–En unos días llega el derbi. Entiendo que irá con el Real Oviedo, ¿no?

–Soy claramente oviedista, jugué un año ahí. En el último partido de la pasada temporada el Real Oviedo no consiguió el ascenso, faltó poco. Esperamos que este año lo consigan.

–¿Sigue al equipo?

–El año pasado casi sube a Primera. Tuvo muchos problemas en los años pasados, pero ahora el club vive otra vez y la afición siempre estuvo ahí. Espero que pronto entre otra vez en Primera.

–¿Cómo vio al Sporting la pasada campaña?

–Estaban ahí los dos equipos. Cuando yo jugué, el derbi era en Primera. Ahora es en Segunda, pero es un partido enorme. Están haciendo cosas buenas, a ver si alguno de los dos logra subir.

–¿Cómo vivió los dos derbis que le tocó jugar?

–Es un partido como un Betis-Sevilla o un Real Madrid-Barcelona. Es un partido bonito de jugar, con las ciudades a treinta kilómetros. Esta rivalidad es buena y me gustaba jugarlos.

–No marcó en ninguno, pero de una jugada suya salió el gol de la victoria en el Carlos Tartiere.

–Se vive para el derbi, para el fútbol, el deporte más popular en España. La afición, tanto en Oviedo como en Gijón, está con el equipo siempre. El Oviedo, en Tercera, tenía 25.000 abonados y siempre están con el equipo. Seguramente pasa lo mismo en Gijón.

–Acabó expulsado ese partido por dar una patada después de recibir otra. ¿Le perdía ese carácter?

–Fue la primera o segunda vez que me expulsaron. Fue hace muchos años y no recuerdo bien la acción, pero al final el Real Oviedo ganó aquel partido.

–Aquel año le entrenó Radomir Antic. ¿Cómo recuerda a un preparador que dejó huella en Oviedo?

–Qué vamos a decir de Radomir Antic. Llevó al Real Madrid, Barcelona, Oviedo, Atlético de Madrid, Celta, Zaragoza... Se trata de un gran entrenador. Siento que no está con nosotros, pero seguro que en Oviedo tienen muy buen recuerdo de él, hizo grandes años.

–Marcó con el Real Madrid en El Molinón, aunque acabaron perdiendo por 2-1. ¿Cómo vivió aquel partido?

–Creo que fue un gol de falta. El Sporting tenía un equipo con muchísimos buenos jugadores, no era fácil jugar en El Molinón y tampoco en el Carlos Tartiere.

–Vivió muchos partidos de máxima rivalidad en su carrera. ¿Está el derbi asturiano a la altura de otros grandes encuentros en España?

–La afición de Asturias, cuando hay un derbi asturiano, es muy buena. No podemos decir que es mejor que un Real Madrid-Barcelona o un Sevilla-Betis. Pero el asturiano es un derbi muy importante porque la gente vive para esto.

–Además de su trayectoria en clubes, también brilló con la selección. Con Yugoslavia, eliminó a España en el Mundial Italia 90.

–Tenía 21 años y recuerdo que Dragan Stojković jugó un gran partido y marcó dos goles. Por España, anotó Julio Salinas. Tenía una gran selección, con Míchel, Butragueño, Salinas, Martín Vázquez, pero el mejor fue Dragan Stojković, que marcó dos goles.

–Con Croacia, en el Mundial de Francia, se miden a la anfitriona en la semifinal. ¿Se veían en el gran partido de pelea por el título?

–En el fútbol siempre falta poco para estar arriba. Para una selección que por primera vez está en el Mundial, a la que Thuran marca los dos primeros goles de su carrera, con Blanc expulsado y nosotros con uno más... nos faltaba poco. Suker nos puso 1-0 y pensamos que podíamos estar en la final. Francia tenía grandes jugadores, con Zidane y todos los que jugaron con él. Ellos jugaron en casa y nos ganaron, pero estábamos cerca.

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