Álvaro Cuello: «Podía seguir jugando, pero veía que no estaba al cien por cien»

Fue un proceso lento, tal y como reconoce el propio Álvaro, pero la decisión «está meditada». «Una vez que empiezas con las lesiones... Es jodido, pero es lo que toca», afirma. Se acabaron los entrenamientos, los partidos... A cambio, se abrió ante él un amplio escenario de posibilidades profesionales. Aunque su futuro, finalmente, no estará lejos de los terrenos de juego.

El Caudal Deportivo, equipo con el que tenía contrato en vigor para el curso que está a punto de comenzar, incluyó al que fuera su defensa en el cuerpo técnico como encargado de la preparación física de la primera plantilla. «Cuando vine al Caudal, a la semana, me lesioné. El club había hecho una apuesta importante por mí y yo había apostado por ellos. Tenía que devolverles esa confianza de alguna manera», comenta Cuello.

El ovetense, no en vano, es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad de Salamanca y técnico deportivo superior de nivel 3, además de contar con un máster en dirección de entidades deportivas. «Eso siempre lo tuve claro. Desde los 22 o 23 años ya sabía que el día que lo dejase iba a estar ligado al fútbol y empecé a prepararme para ello. Ahora tengo la oportunidad. Estoy motivado y tengo ganas», asegura.

De este modo, pone punto final a su carrera como futbolista a los 32 años para asumir ese nuevo rol en el club caudalista, en el que los que hasta ahora fueron sus compañeros pasarán a estar bajo su supervisión. «Algunos dieron el paso para ser entrenadores y lo fui viendo como un proceso natural. Todos estamos en el mismo barco. La relación con ellos siempre ha sido buena», añade el nuevo responsable de la parcela física.

Desde la nueva perspectiva, el exdefensa tratará de contribuir a lograr los objetivos que los mierenses llevan varias temporadas persiguiendo sin éxito. «El fútbol en la pizarra siempre sale, pero al final es todo más complicado. Tienes una de las mejores plantillas, pero al final no sale», hace hincapié. «Mirando con perspectiva, creo que tener siempre en la cabeza el ascenso no beneficia. En cuanto vienen mal dadas ya empieza la frustración», destaca.

Álvaro formará parte en esta nueva etapa del cuerpo técnico que encabeza Nacho Cabo. «Tengo la suerte de empezar en esto con un entrenador con experiencia, joven y con ambición. Llevo todo el verano hablando con él y todo han sido facilidades».

La experiencia de su trabajo como preparador físico en estos primeros días de pretemporada ha sido, dice, satisfactoria. «Vienen de un periodo largo de descanso y las primeras semanas no tendrán mucha carga. Iremos poco a poco», apunta. Un trabajo que irá implementando paulatinamente. «El objetivo está claro y el fútbol es físico. Hay que trabarlo para mejorar», añade.

Atrás queda ya su etapa como jugador, en la que defendió las elásticas de equipos como Valladolid, Oviedo, Racing de Ferrol, Jaén, Lealtad y Langreo, antes de enrolarse en las filas mierenses en la temporada 2019-2020.

De todos ese tiempo, sin duda, Álvaro se queda con su paso por el Oviedo. «Son muchos años en el fútbol a cierto nivel, pero inconscientemente todos los recuerdos se me van a mi etapa como oviedista. Tuve la suerte de jugar en clubes importantes con una afición detrás, pero no como lo vivido allí», reconoce.