Ceares ruge con su equipo

Ceares tiene una cita con la historia este domingo. Será a las cinco de la tarde, en La Cruz. Allí, el club del popular barrio gijonés tiene la oportunidad de seguir en la lucha por jugar el próximo curso en Segunda B. Un sueño para los vecinos, volcados con su equipo. Pero para ello, primero, tienen superar al Águilas. Los cearistas parten con ventaja, puesto que en el partido de ida, el pasado domingo, empataron a 1-1 en tierras murcianas.

La Cruz será una caldera. Si durante toda la temporada su afición llenó sus gradas, pasado mañana no faltará a la cita más importante de la historia de este club fundado en 1946.

El Ceares se ha convertido en la bandera de un barrio que ha visto en su equipo su seña de identidad. En las calles no se habla de otra cosa que no sea el choque del domingo. «Estos chavales se lo merecen todo. El domingo, en La Cruz no vamos a caber todos», asegura Javier Cienfuegos, seguidor cearista desde hace 35 años. A tan solo dos días de que tenga lugar la cita, el propietario de uno de los bares cercanos al campo, Pablo Carrera, confiesa nervioso la ilusión que tiene hacia su equipo. «El Ceares es indescriptible. Son muy grandes», dice mientras despliega con orgullo la bufanda de su equipo.

Pero el cearismo ha traspasado fronteras y hasta un inglés afincado en el barrio se ha convertido en ferviente hincha del equipo. «Llevo tres años siendo socio y este equipo marca la diferencia», asegura Ian Bytheway, natural de Birmingham. Cada domingo acude a La Cruz con unos amigos ingleses y no paran de animar. «No sé lo que pasará el domingo, pero para todos llegar hasta aquí con tan poco presupuesto ya es todo un mérito».

Y ese es el sentimiento de todo un barrio que se niega a despertar de su sueño. El domingo, en La Cruz, el cearismo rugirá como nunca.