«Casi no recordaba la última vez que había jugado en Avilés y ha sido muy especial»

La jugadora reconoce que «no sé si estoy en el mejor momento de mi carrera, pero en uno muy bueno seguro». Y es que después de finalizar una buena temporada con el USC Münster alemán y superar sus expectativas en los campus que organizó en Málaga, Valencia y Salinas, donde «espero volver el año que viene», cumplió dos sueños en uno regresando a la selección cinco años después y pudiendo jugar dos partidos en Asturias, primero en Gijón y luego en 'su' Avilés, pues aunque ella residió primero en Piedras Blancas y ahora en Pillarno, estudió en el Sanfer y se inició en el voleibol en La Curtidora.

«Para mí fue muy especial jugar en Avilés. Llevaba sin hacerlo desde que era cadete o juvenil, ya casi ni lo recuerdo, y en la grada estuvo toda mi familia. Incluso mi abuela, mis tíos... Lo disfruté mucho y además conseguimos ganar, así que no puedo pedir más», sonríe.

La castrillonense tiene claro que la buena entrada vista en el Complejo Deportivo Avilés el sábado significa que «en la ciudad gusta el voleibol y no hay más que ver cuando se hacen actividades o se lleva a los colegios, a la gente que prueba le engancha. Ahora mismo en Asturias tenemos dos clubes en Superliga Femenina 2, que no está mal, y otros dos en Primera Nacional, Los Campos y La Curtidora. Ojalá se siga apostando por este deporte desde todos los ámbitos para que pueda seguir creciendo».

La atacante-receptora internacional se deshace en elogios hacia La Curtidora, su club de formación, que le brindó un homenaje conjunto junto a Cristina Llorens tras el partido del sábado. Las dos exjugadoras del club avilesino recibieron una fotografía y una camiseta de su última temporada en el club, una figura de cerámica y en el caso de la castrillonense la visita de varias de las que fueron sus compañeras. Emocionadas, Schlegel no oculta que «siempre estaré agradecida a La Curtidora. Rufo, Javier... siempre están ahí pendientes de mí y me ayudan en todo lo que necesito. No me esperaba el homenaje, me hizo mucha ilusión y les deseo lo mejor».

Schlegel ha aprovechado estos días para disfrutar de la familia y los amigos y también para entrenar con la selección, antes de iniciar la segunda parte del Preeuropeo. «Nos vamos mañana y en diez días jugaremos en Dinamarca, Eslovaquia y Alicante. Con ganar un partido aseguraríamos la clasificación y ganando dos el primer puesto, que es importante de cara al sorteo del Europeo de cara al año que viene», relata.

Llevaba cinco años lejos de la selección pero ha sido volver y besar el Santo, siendo muy importante en el plano ofensivo. «Me he encontrado bastante bien, de menos a más. Llevaba sin competir desde abril, pero poco a poco he ido cogiendo el ritmo. No sé si estaré en el Europeo, eso es cosa del seleccionador, pero trato de ayudar cada día». Finalizado el Preeuropeo, podrá regresar a Asturias unos días para descansar y antes de octubre pondrá rumbo a Alemania para iniciar la pretemporada allí. «El objetivo seguirá siendo el mismo, más o menos la mitad de la tabla».