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CÉSAR SÁNCHEZ
GIJÓN.
Viernes, 12 de marzo 2021, 02:04
Ángela Tian es una de esas nadadoras que hacen equipo en el Santa Olaya. Día a día, con su esfuerzo en la pileta fabril, trata de contribuir a que el club de El Natahoyo continúe entre los grandes de la natación nacional.
Como muchas otras ... integrantes del equipo, su comienzo en este deporte fue a través de los cursillos y a sus quince años, lleva desde los cuatro practicando natación. «Los padres de una compañera de clase les hablaron a los míos de los cursillos y me llevaron. Me gustó mucho y sigo practicándola», explica Tian.
Desde entonces ha pasado por todos los ciclos de formación de la escuela de natación olayista y ahora forma parte del equipo júnior. Ángela Tian valora un deporte que «me relaja bastante y me permite hacer amigos. Hay un gran ambiente en el equipo».
Esta es una actividad que crea grandes lazos de amistad entre los deportistas que conviven en el Santa Olaya desde su comienzo deportivo, ya que «la mayoría de los que empezamos en los cursillos ahora seguimos juntos en el equipo», subraya ÁngelaTian.
Asiste a clase en el Colegio San Lorenzo, donde cursa estudios de cuarto de la ESO. Aún no tiene decidido que carrera quiere estudiar. Tiene claro que la natación es para ella «su gran afición», aunque no orientará su vida laboral al deporte: «Quizás me gusten más las leyes».
El pasado año realizaba dos sesiones preparatorias diarias, pero esta temporada ha pasado a realizar una por lo que lleva los estudios de una forma más desahogada. Se entrena cada día a última hora de la tarde. Es para ella uno de los momentos más esperados de cada jornada, al reencontrarse con sus compañeros y zambullirse en la pileta del Santa Olaya con la ambición de intentar batir sus marcas personales, siempre bajo la supervisión de Silvia Muñiz.
La crisis sanitaria originada por la covid 19 ha trastocado la marcha de su preparación en el último año. El parón por el confinamiento y las distintas olas de la pandemia, no solo a ella, sino que también a muchos deportistas de todas las disciplinas, les ha hecho caer en algunos momentos de desánimo, puesto que «empiezas a entrenar y luego tienes que parar y eso te afecta. Pero la verdad, tras los parones, volvimos a entrenar con más ganas».
La situación actual no permite las competiciones para los jóvenes nadadores. Sin embargo, el Santa Olaya realiza cada dos semanas, aproximadamente, unas pruebas sociales, entre los nadadores del propio equipo con las que emulan las competiciones federativas: «Me motivan mucho y me concentro para ellas. Mientras no haya calendario es lo que tenemos y nos sirve para ver cómo va nuestra preparación, sobre todo, en el 100 mariposa, que es mi especialidad, aunque espero la verdad que pronto vuelvan las competiciones». En algunos momentos también echa de menos un trato más cercano con sus compañeros. condicionados por la apliación de los protocolos anti-covid, pero considera que «son necesarios, así todos estamos más a gusto y practicamos una natación segura». Espera el momento de pasar al equipo absoluto. Nadadores como César Castro, Paloma Marrero y Beatriz Gómez, entre otros, son para ella la inspiración y el ejemplo para tratar de seguir mejorando y alcanzar éxitos deportivos.
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