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ÁLVARO FERNÁNDEZ
OVIEDO.
Jueves, 23 de febrero 2023, 02:04
La Federación Española de Rugby (FER) ha decidido sancionar a la selección asturiana senior femenina con la pérdida de la categoría B tras no presentarse a competir en los Campeonatos de España. Del mismo modo, el órgano federativo nacional castiga a la Federación de ... Rugby del Principado a quedarse sin poder competir en estos nacionales los dos próximos años, y además le impone una sanción económica por un importe de cien euros por una falta considerada grave.
Estas penalizaciones se desprenden de la polémica surgida entre la Federación Asturiana y las jugadoras de la selección senior. El combinado regional debería haber tomado parte en los Campeonatos de España de categoría B, anteriormente mencionados, y celebrados en Santander el pasado 29 de enero. Sin embargo, las chicas decidieron renunciar a acudir a la cita ya que la Federación regional les exigía sufragar parte de los gastos del desplazamiento a tierras cántabras.
La portavoz del equipo, Belén de la Puente, explicaba entonces los motivos de su controvertida decisión: «Nosotras no nos negamos a jugar, tenemos el compromiso y el interés en hacerlo. Hemos estado entrenando para llegar hasta aquí, pero ahora nos encontramos con esto. Entendemos que no se nos está tomando en serio cuando nosotros estamos totalmente comprometidas».
Una vez conocido el castigo impuesto, la Asturiana presentó una serie de alegaciones para intentar que las sanciones no se llevasen a cabo, pero la FER no quiso atender la petición. En el escrito, la federación regional argumentaba su incomparecencia en la cita por «motivos ajenos a su voluntad» y recordaba la falta de tiempo, ya que el aviso llegó «menos de 72 horas previas al encuentro».
Estas alegaciones presentadas no han sentado bien en el seno de la selección. Las jugadoras consideran que se les echan a ellas las culpas de todo lo ocurrido. La propia Belén de la Puente asegura que con la sanción impuesta desde la Federación Española lo único que consiguen es perjudicar a las propias jugadoras, responsabilizándolas de los hechos. Cuando se negaron a viajar, asumiendo el coste del desplazamiento, sabían que corrían un riesgo en forma de sanción pero no esperaban que el castigo estuviera tan desequilibrado entre lo que sufren ellas y el perjuicio para la Federación del Principado.
Hoy está previsto celebrar una asamblea en la que, presumiblemente, se pondrán las cartas boca arriba y cada una de las partes ofrecerá su punto de vista. Un acuerdo parece lejano dados los antecedentes pero también parece la única salida para cerrar un episodio que ha dañado al rugby asturiano.
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