El K-4 olímpico español, liderado por Craviotto, no falla en la Copa del Mundo

Otra de las grandes alegrías para el equipo nacional fue la medalla de plata del K-4 500 femenino que lideró la gijonesa Sara Ouzande Iturralde, respaldada por Carolina García, la mítica Teresa Portela y Laia Pelachs. El póquer de palistas españolas acreditó un crono de 1.32.94 minutos y solo fue superado por las piragüistas de Polonia por el escaso margen de 83 centésimas de segundo.

La palista asturiana se mostró «muy contenta por el resultado», manifestó a EL COMERCIO desde Recice. Y quitó importancia a su destacado papel de encabezar la embarcación, «porque alguien tiene que hacerlo y, además, sin las tres que van detrás sería imposible haber logrado esta valiosa plata». La satisfacción Sara Ouzande es máxima, sobre todo porque este segundo puesto «nos clasificó para el Mundial».

El tercer y cuarto metal de los hispanos fue el doblete en C-2 en la distancia de 1.000 metros. Cayetano García y Pablo Martínez se colgaron el oro con un tiempo de 1.37.87, mientras que Joan Moreno y Adrián Sieiro fueron segundos con 1.37.98. La tercera posición fue para Italia.

La quinta medalla española corrió a cargo de Marcus Cooper Walz, que demostró su gran momento al colgarse el bronce en K-1 500 metros. Marcó un tiempo de 1.39.55 minutoi, a 52 centésimas del ganador, el germano Jakob Thordsen, y a 1 centésima del danés Sibbersen, que se colgó la plata.

Por su parte, Isabel Contreras también entró en la final A del K-1 500 donde acabó en sexta posición.