Luis Rubiales, en Moncloa, donde Pedro Sánchez recibió este martes a las campeonas del mundo.. E. P.

Beso a Jenni Hermoso en el Mundial

Rubiales, acorralado por la presión política y las denuncias: ¿Quién podría destituirlo?

El Gobierno estudia pedir la aplicación de la Ley del Deporte para que el presidente de la Federación sea inhabilitado

M. B.

Miércoles, 23 de agosto 2023, 10:22

Los gestos y las actitudes importan, más aún cuando representas a una institución como la Real Federación Española de Futbol (RFEF) y todavía más cuando millones de personas, dentro y fuera de nuestra fronteras, los observan. Si el Gobierno de tu país enarbola la ... bandera de la igualdad de género, lo que haces en contra de ese estandarte pasa a ser trascendental. Luis Rubiales, con el beso no consentido a Jenni Hermoso tras la victoria de España en la final del Mundial de Fútbol frente a Inglaterra, pisoteó para muchos, no solo el protagonismo merecido de las campeonas del mundo, sino también el valor del respeto por un episodio que han condenado dirigentes políticos y buena parte de la sociedad y que varios juristas consideran «agresión sexual».

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras un frío apretón de manos con Rubiales en la recepción a las campeonas del mundo en la Moncloa, calificaba de «inaceptable» el comportamiento del presidente de la Federación «que vimos todos» y le exigía «más pasos» porque sus disculpas «no son suficientes, hasta incluso creo que no son adecuadas», zanjaba. Daba así la puntilla a un directivo que ya se encontraba en un buen brete. Este viernes buscará el apoyo de los presidentes territoriales en una asamblea general extraordinaria de la federación.

En el Gobierno estarían analizando la viabilidad de dar traslado al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), máxima autoridad institucional en materia deportiva, de un escrito razonado instándole a la apertura de expediente disciplinario. El Consejo Superior de Deportes (CSD) ya tiene sobre la mesa dos denuncias contra el episodio que protagonizó Rubiales: la primera la presentó este lunes Miguel Ángel Galán, director del centro de formación para entrenadores Cenafe, por «incumplimiento de la Ley 39/2022 del Deporte», al entender que la acción del presidente de la federación fue «un acto sexista hacia la jugadora» de la selección.

La segunda la interpuesto Sumar por lo que consideran una «infracción grave», según anunciaba Yolanda Díaz en sus redes sociales. La lídel de la formación se ha amparado en la Ley del Deporte y ha pedido al CSD que actúe para que el «machismo no quede impune». La portavoz de Sumar en el Congreso, Marta Lois, también ha insistido en que Rubiales tiene que ser «apartado de sus funciones» y ha exigido que se ponga en marcha el «protocolo de actuación frente a la violencia sexual».

¿Y ahora qué?

El presidente del Gobierno recordaba este martes que la RFEF no depende del Gobierno. Jenni Hermoso no ha interpuesto denuncia contra Luis Rubiales, por lo que la vía penal no se pondrá en marcha, aunque la Administración sí podría actuar contra el presidente de la Federación si su beso a Jenni Hermoso fuera considerado como una acción contra el decoro deportivo o un abuso de poder, unas infracciones que se encuentran recogidas en la nueva Ley del Deporte. En ese caso, la potestad de actuar contra el máximo dirigente del fútbol español correspondería al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), al que el Ejecutivo está pensando recurrir. Si el CSD -organismo del que depende- le traslada las denuncias presentadas, algo que ya estudia, se pondría en marcha la vía administrativa para una posible destitución de Rubiales.

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Para que el directivo fuera inhabilitado por esta vía, el TAD, una vez recibido el escrito del CSD, tendría que abrir un expediente. Mientras se sustancia podría suspenderle cautelarmente y dictar posteriormente una resolución de inhabilitación. Un proceso similar al que ya se produjo en diciembre de 2017 con el anterior presidente de la Federación, Ángel María Villar, a raíz de otra denuncia presentada también por Galán. Entonces, el TAD destituyó a Villar por la comisión de una infracción calificada como muy grave.

Según la nueva ley del deporte, los «actos notorios y públicos que atenten a la dignidad o decoro deportivos» o por «abusos de autoridad» pueden acarrear una inhabilitación de entre 2 y 15 años.

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