El Oviedo se queda a la orilla ante el Granada

El propio Aguirre lamentó que su equipo no aprovechara el haberse mantenido vivo en un choque que fue ajustado hasta el gol del conjunto nazarí y que a posteriori se mantuvo abierto debido a las dificultades de las locales para materializar una ventaja mayor. Las oviedistas empezaron cerradas atrás por lo intenso del equipo dirigido por Roger Lamesa. El conjunto andaluz probó suerte desde fuera del área a los cuatro minutos con un disparo lejano de Alicia que tuvo que enviar a córner una atenta Canales. Las locales pidieron -sin éxito- penalti sobre Lauri y protagonizaron diversas llegadas, sobre todo por la derecha y en las botas de una Lauri sumamente activa en ataque.

Como ya había advertido Aguirre, las rojiblancas hicieron daño con transiciones rápidas que dieron mucho dinamismo a la faceta ofensiva del equipo. Las azules, por contra, no se ajustaron bien en los duelos -lo que permitió a las locales tener tiempo para pensar- y tuvieron que afanarse en defensa para evitar verse por detrás en el marcador ante un Granada fuerte en la medular con Pamela y Alicia. «Hemos estado demasiado sometidas, creo que hemos tenido buena actitud, pero tenemos que tener mucha más presencia en juego ofensivo y ser más aguerridas en las disputas con balón», analizó a posteriori el técnico.

Canales atajó por alto todos los intentos del equipo local en la primera mitad y, pausa para hidratación mediante, se concluyó la primera mitad con dominio nazarí, pero sin finalización y acierto en los últimos metros. Isina y Tati por la izquierda trataron de sorprender, pero el centro tras caño de la primera no llegó a contactar del todo con la mexicana, que perdonó en el área pequeña. Lo mismo hicieron Naima y Ángeles en la más clara de la primera parte para las granadinas, y el empate se mantuvo hasta el descanso. Llegar 0-0 fue la mejor noticia que pudo firmar un Real Oviedo que, aunque no elaboró juego con balón, sí supo ordenarse atrás para desbaratar las ocasiones del rival y mantener la portería a cero.

En la segunda mitad el Granada empezó a ser verdaderamente incisivo por la izquierda, con una Naima que acumuló ocasiones por ese flanco hasta convertir una de sus internadas en gol cuando ya se sobrepasaba la hora de partido. Un pase perfecto de la atacante nazarí, que se fue de Ortíz y Queralt, sirvió para asistir a Lauri y que esta, desde el corazón del área, batiese con un disparo cruzado a Canales. A partir de ahí, y aunque se intentó, el Oviedo no supo generar el peligro suficiente como para igualar la contienda, aunque el Granada tampoco fue capaz de aumentar distancias y el choque estuvo abierto hasta el final. «No hemos estado acertadas tampoco con el balón en los pies, no hemos sido capaces de tres o cuatro pases seguidos y las ocasiones que han llegado ha sido más por rupturas al espacio. El plan era ese, atacar el espacio de las centrales con balones en velocidad, pero tampoco hemos dispuesto de muchas ocasiones», analizó al final, resignado, Joseba Aguirre. La próxima cita de las azules, la tercera de esas diez finales que tenía por delante el técnico vasco, será el próximo domingo, en Tensi y ante el penúltimo clasificado, el Córdoba.