Secciones
Servicios
Destacamos
AMADOR GÓMEZ
MADRID.
Sábado, 1 de octubre 2022, 00:58
Además de las 15 jugadoras internacionales que han rechazado ser convocadas para la Selección Española y, como estaba anunciado, no fueron llamadas ayer por Jorge Vilda, también se han quedado fuera dos de las capitanas, Jenni Hermoso e Irene Paredes, que, aunque no han renunciado ... al equipo nacional, sí apoyan las reivindicaciones de sus compañeras. Este revolcón ha supuesto la entrada en 'La Roja' de la ovetense del Levante María Méndez (2001), campeona de Europa con la Sub 17 y del Mundo con la Sub 19, y la salida de la allerana Lucía García, que se encuentra en el grupo de las díscolas.
El seleccionador ha decidido prescindir de las 15 rebeldes, de la lesionada Alexia Putellas, que también se posicionó públicamente en contra de Vilda, y de dos futbolistas de enorme relevancia en la selección que, aunque no firmaron los polémicos correos enviados a la Federación Española de Fútbol (FEF), reclaman implícitamente la marcha del técnico madrileño, que no se ha planteado dimitir.
El terremoto que ha sacudido el fútbol femenino ha alcanzado también de pleno a Jenni Hermoso e Irene Paredes después de que la máxima goleadora histórica de la selección esté de acuerdo con las disidentes, «aunque no con las formas», y de que la primera capitana de España fuera una de las cabezas visibles del llamado motín de Las Rozas. La ausencia del grupo de díscolas en la convocatoria para los próximos amistosos contra Suecia y Estados Unidos estaba cantada, pero hasta este viernes era una incógnita la reacción de Vilda ante Hermoso y Paredes. «Las 23 que han venido son las que se lo merecen», zanjó el seleccionador cuando se le preguntó por la delantera del Pachuca y la defensa del Barça.
A menos de diez meses para el Mundial 2023, ninguna de las 18 señaladas cuenta ya para el seleccionador, que ha debido elaborar una convocatoria revolucionaria que significa un paso atrás para España como consecuencia de la revuelta de una mayoría de futbolistas contra Vilda, que no desean representar a España «mientras no se revierta la situación». Las jugadoras estiman que la continuidad del técnico «está afectando de forma importante» a su «estado emocional» y, por tanto, a su «salud mental». «En las concentraciones tiene que haber un orden y una disciplina, pero las jugadoras tienen sus días y tardes libres y hay profesionales en la FEF para que sean ayudadas y entendidas», respondió Vilda para defenderse de las futbolistas que le acusan de ejercer un excesivo control sobre ellas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.