«Si no se desarma la plantilla, tenemos equipo para años»

-Usted es una persona poco dada a salir en el primer plano.

-Procuro mantenerme a un lado, aunque esta historia me lleva más tiempo del que se desearía. Pero no es algo despectivo porque, si estamos, es porque queremos.

-Es difícil entender un éxito tras otro de este equipo.

-Y eso que no es de élite, a lo que habría que añadir que es femenino. Me gustaría saber qué repercusión tendría si estos títulos los hubiera logrado un conjunto masculino. Pero en eso estamos.

-¿Este equipo tiene aún recorrido?

-La plantilla, salvo Sara, es joven y viene gente detrás. Si no se desarma, tenemos Telecable para muchos años.

-¿Fue una noche larga?

-Si le soy sincero, a la media hora del final ya estaba en la cama porque me levanto a las 5.30 de la mañana. Estuve viendo la final en un establecimiento hostelero colaborador cerca de casa. Ahí lo sufrimos y lo disfrutamos.

-¿Con quién estuvo?

-Con gente del club, los hermanos de Fernando Sierra, jugadores del equipo masculino, con gente que ni conocía.... Daba igual. Estábamos juntos por una empresa común que no era otra que ganar

-¿Cómo se vivió el penalti final?

-Estábamos todos expectantes. Imagínese. Gritos, chillidos, saltos... Yo no porque, como le digo, soy muy plano para estas cosas, pero el resto de gente sí.

-¿Durmió algo?

-Sí, como un día normal. A mí no me alteran mucho los resultados. Prefieres ganar, claro, pero soy consciente de que el asunto es estar ahí disputándolo todo.

-¿Cuál es el secreto de este equipo para sumar título tras título?

-Somos como una familia. No hay exigencias. Se trata de un grupo de jugadoras, pero también de amigas.

-La apuesta de Natasha para el banquillo les salió bien...

-Éramos conscientes de ello, de la trascendencia que podía tener. Pero aquella decisión parece que salió bien. Me imagino que para ella será motivo de presión por lo que se le va a exigir desde fuera, pero tiene experiencia con la base.

-No están habituando a ganar siempre.

-Es un arma de doble filo. Cuando llegue el día en el que dejes de ganar, la gente se decepcionará. Por eso lo importante es estar.

-Llaman la atención los sacrificios de la plantilla.

-Profesionales, en el tema económico, no lo son, pero en el resto, sí. Entrenan todos los días, salvo uno que descansan, tienen sus horas de descanso, recomendaciones para su dieta... Ya quisiéramos que todas las jugadoras cobraran el salario mínimo o la mitad. Alguna lo hace, pero son casos contados.

-El equipo femenino combina experiencia y juventud.

-Hoy puede ser guapo, pero se desangra enseguida. Hay que procurar que las nuevas jugadoras salgan de nuestra base y del vivero que es Asturias. Suena pretencioso, pero podría ser un error que Asturias tuviese tres equipos en la élite. Ya los hay en la segunda categoría y no deja de ser competencia, aunque por otro lado es bueno.