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NACHO GUTIÉRREZ
AVILÉS.
Domingo, 21 de marzo 2021, 02:23
El peor Adba posible cavó su propia tumba y tras un partido horripilante con el Arxil (40-58) adelanta su descenso a Primera División tras casi dos décadas, 19 temporadas ininterrumpidas, en Liga Femenina 2. La de ayer era la última oportunidad de seguir alimentando esperanzas de permanencia, pero la primera premisa falló y aunque el Rosalía perdió como se esperaba en la cancha del Ardoi, las avilesinas no hicieron sus deberes, ofreciendo además una gran sensación de impotencia.
El final de esta película se barruntaba desde que hace ya unas cuantas semanas el equipo avilesino se atascó en su juego ofensivo, incapaz de superar el medio centenar de puntos. Ayer ni eso porque el paso que había pedido Sergio Cubeiro a sus jugadoras en la anotación solo tuvo respuesta en Sara Fraile y por una vez en Marcia Guimaráes. Por desgracia asistieron al día de nones de las dos jugadoras que han tirado del carro ante un aro contrario que ayer Marcy Gonçalves y Artémis Afonso casi no vieron, con ocho y cinco puntos respectivamente. Posiblemente hayan llegado fundidas a este tramo del curso. La americana Hailey volvió a ser una anécdota en lo que es un lujo imposible de sostener en un equipo tan limitado de recursos. Ni ella se ha adaptado ni el entrenador ha visto la forma de sacar partido de quien debería marcar diferencias.
El de ayer fue un partido depresivo. En las últimas citas las avilesinas se habían desinflado a partir de los terceros cuartos, pero ante el Arxil el Adba entregó el partido casi antes de jugarlo, con un primer cuarto para esconder en la cámara de los horrores. Un demoledor 8-30 enterraba todas las esperanzas. A la pobreza asumida del ataque se unió una defensa inaceptable, y sea dicho también, un acierto del conjunto gallego casi insultante.
Ese primer cuarto fue demoledor a efectos numéricos y también mentales porque las jugadoras de Sergio Cubeiro no pudieron superar el golpe, a pesar de que los guarismos se estabularon. El Arxil volvió a la normalidad y tampoco tuvo la necesidad de agobiarse porque el Adba no dio nunca la sensación de poder limar diferencias y soñar con una remontada de urgencia. Así que el partido se hizo muy largo con un intragable último cuarto en el que entre los dos equipos anotaron once puntos (7-4).
Con una jornada para cerrar el quiosco, el Adba pierde dos categorías. La Primera División pasa a ser el cuarto nivel por la reestructuración que se anuncia, con una LF2 profesional y la actual, en la que salvo plazas libres e invitación no estará el decano.
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