Debutante, entre las mayores con 15 años

Se decantó por el baloncesto Marina García en lugar del fútbol cuando empezó a practicar ambos deportes siendo aún muy pequeña. Tan solo tenía 5 o 6 años, pero ya le llamaba mucho la atención el deporte, aunque al final se enamoró del baloncesto, porque le parecía «más divertido». El domingo por la mañana tuvo la oportunidad de jugar tres minutos y medio con el primer equipo del CDB Fodeba en un partido de la decimonovena jornada de 1ª Nacional ante el Arxil Mafari Café, marcado por el estreno en el Palacio de Deportes de Fran Sánchez como máximo responsable del banquillo rojinegro.

En esos pocos minutos le dio tiempo a sumar 3 puntos, 1 rebote, 1 recuperación y 4 de valoración en la cómoda victoria de su equipo ante el colista de la categoría. «Sentí mucha ilusión y emoción», confiesa Marina García, base de tan solo 15 años que vive su cuarta temporada en el CDB Fodeba: «Desde que llegué al club, me han estado preparando y ayudando para que llegase este momento», añade una de las perlas de la cantera del club gijonés. Fue un momento inolvidable para una jugadora, aún en fase de formación pero con un gran futuro por delante: «Jugar con mis compañeras del primer equipo fue muy especial», recuerda Marina con agrado.

Juanfran Arias, actual preparador físico y entrenador ayudante del Melilla Sport Club de LEB Oro, conoce a la perfección a Marina. No en vano, estuvo entrenando con ella las dos últimas temporadas, trabajando cuatro horas a la semana en el grupo de rendimiento destinado a la mejora individual. «Es una gran jugadora tanto técnica como físicamente, muy habilidosa en la pista», afirma Arias, que marca las áreas de mejora de la joven base gijonesa en aspectos como la táctica, tanto individual como colectiva, y en la toma de decisiones cuando el rival aprieta. El director deportivo del CDB Fodeba, Javi Melón, también incide sobre la calidad de una jugadora llamada a llegar como mínimo a 1ª Nacional, donde ya «será una jugadora a seguir, incluso en la próxima temporada».

Marina es tímida pero muy competitiva, aunque su introversión inicial desaparece cuando toma confianza para convertirse en una gran compañera. Fuera de las canchas, es una estudiante brillante y muy responsable, y en el parqué muestra su cara más ambiciosa. Miembro de las selecciones asturianas desde alevín hasta cadete, pertenece a la talentosa generación del 2006 que bajo la dirección de Carlos Fernández logró una brillante quinta plaza en el Campeonato de España.

Con todo el futuro por delante, Marina García es uno de los ejemplos del buen trabajo que desarrolla el CDB Fodeba con su cantera, como recuerda Javi Melón: «Desde hace unos años hacemos un seguimiento especial a varias jugadoras, como en el caso de Marina, dentro de la idea de dar un plus importante en cuanto a la formación individual de cada jugadora», aclara. Otros ejemplos de ese trabajo pormenorizado a largo plazo son los de Julia Díaz o Cristina Moralejo.

Mientras tanto, Marina prefiere ir poco a poco en su trayectoria por el mundo del baloncesto. Con los pies en el suelo, se fija en sus compañeras del primer equipo, grandes ejemplos de cómo compatibilizar los estudios y el trabajo con el deporte, y también en su jugadora favorita, la internacional española Cristina Ouviña.