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Javier Varela
Sábado, 12 de julio 2014, 10:19
¿Imaginan a alguien que lleve 20 años siendo protagonista del Tour de Francia sin haber ganado nunca? Pues existe y no es otro que Didi Senft, más conocido como el 'Diablo' del Tour de Francia y uno de los 'frikis' más conocido que acompaña a la serpiente multicolor por las carreteras del país vecino. Este aficionado alemán, de 62 años, es el seguidor más fiel de la ronda gala desde 1993 y se ha ganado el cariño y el respeto de aficionados, corredores y organizadores del Tour. El 'Diablo' es para el ciclismo lo que 'Manolo el del Bombo' es para la selección española de fútbol. Su presencia es inevitable, simpática... y hasta necesaria para el espectáculo.
En estos ya 21 años sólo faltó una vez a su cita con la carrera francesa y fue en 2012, cuando una enfermedad le impidió 'participar' en la ronda gala. Su ausencia fue tan o más comentada como las de Alberto Contador y Andy Schleck en aquella edición. Y es que su traje de diablo, sus cuernos, su cola, su tricornio, su barba blanca y su colección de bicicletas gigantes ya son un clásico en el Tour de Francia. De hecho, su particular atuendo sirve para patrocinar una televisión, la Teufelslappen alemana y en los últimos años ha conseguido extender su lista de patrocinadores (el último, Greenn Fit, le ha hecho cambiar el color de su traje), que le ayudan a financiarse su presencia en el Tour y su otra gran pasión, las bicicletas gigantes.
Mucho se ha dicho de por qué es 'El diablo', pero la verdad es que empezó a usarlo en homenaje a su ídolo ciclista, el italiano Claudio Chiapucci, al que se apodaba en Italia como 'il diabolo'. El año que 'debutó' Didi en la ronda gala, el ciclista italiano ganó una etapa y desde entonces Senft siempre actúa de la misma forma y se deja ver en los últimos 5 kilómetros en las etapas de montaña y en los últimos 25 -junto con alguna de sus bicicletas gigantes- si la etapa es llana. "Estoy aquí para animar a los ciclistas. Me acerco a ellos como si fuera un asistente y les indico el camino", ha dicho al ser preguntado por qué lleva 21 años en el Tour.
Pero la presencia de 'El Diablo' no es exclusiva del Tour de Francia, ya que sus 'diabluras' llegan al Giro y otras carreras clásicas o de menos importancia en las que hace las delicias de los aficionados que no dudan en hacerse una foto con él o conseguir un autógrafo como si de una estrella del ciclismo se tratara. El resto del año lo pasa entre su casa y su museo de Berlín, donde tiene auténticas joyas ciclistas, ya que es inventor. De hecho, ha sido capaz de entrar en el Libro Guinnes de los Récords gracias a las bicicletas que ha diseñado en los últimos años, todas ellas de diseños y materiales llamativos. Este año, el Tour volverá a disfrutar con sus 'diabluras'.
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