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Pedro Delgado, junto al indicador que marca el camino hacia el Gamoniteiro, antes de iniciar su ascensión. TWITTER DE PEDRO DELGADO
«El Gamoniteiro es más un perfil clásico del Tour de Francia o del Giro»

«El Gamoniteiro es más un perfil clásico del Tour de Francia o del Giro»

Pedro Delgado Exciclista ·

«Me gustaría tener hoy aquella rivalidad entre Clas, Once y Banesto. Bloques españoles al máximo nivel que daban espectáculo»

EDUARDO ALONSO

GIJÓN.

Domingo, 28 de marzo 2021, 03:26

'Perico' nunca ha dejado a un lado ese espíritu ciclista, de sufrir, de los puertos. No ha perdido ni un ápice de ese amor a este deporte. Hubo un tiempo en el que los triunfos eran casi por el empeño individual, sin un gran respaldo detrás, y Pedro Delgado (Segovia, 1960) encaja en ese perfil. Un escalador sobrado de épica que se dedica ahora a examinar las grandes cimas de la Vuelta.

-¿Cómo lleva la pandemia

-Dentro de eso que llaman nueva normalidad, no me quejo. Las oportunidades que he tenido de montar en bici, por ejemplo para hacer grabaciones, me han tenido entretenido. Al principio hice rodillo para quemar adrenalina, pero no es lo que más me gusta. Prefiero que me dé el aire.

-El ciclismo se ha visto contra las cuerdas.

-No es una excepción. Pero, dentro de esa situación delicada, lo importante es que se pudieron disputar las tres grandes y alguna otra carrera. ¿Es la mejor situación? No. Pero sirvió para salvar la temporada. Lo sufrió más el deporte aficionado. Las marchas se suspendieron todas.

-¿Se hubiera imaginado en alguna ocasión una grande, como el Tour o la Vuelta, con las cunetas vacías, sin público?

-El 2020 fue un año excepcional. La ausencia de aficionados fue un mal menor ante una posible cancelación. El público es una parte importante del espectáculo, pero lo esencial son los ciclistas y las carreras

-¿Se repetirá esa fotografía?

-Si todo va bien, el Tour empezará a permitir público. No grandes masas, pero dejará que la gente se acerque. Pero, sí, claro, puede ocurrir algo parecido.

-¿Se ha recuperado ya de la ascensión al Gamoniteiro?

-(Risas). Es un puerto francamente duro y, además, nuevo para el ciclismo profesional. Cuando lo subí, me encantó. Los últimos kilómetros, entre esas rocas, son espectaculares. Se va a disfrutar mucho. No es L'Angliru, porque este tiene rampas imposibles, pero tiene esa dureza y esa longitud para que haya ataques. El Gamoniteiro te permite atacar, acelerar, jugar a ciclistas. Será más amable para el espectador.

-Largo y duro. Esas fueron sus primeras palabras en la cima.

-Son 17 kilómetros, 1.700 metros de desnivel y una pendiente media del 10%. Eso son palabras mayores.

-Otro coloso asturiano.

-En este formato reciente de la Vuelta, el precursor de los puertos de nuevo cuño también fue asturiano: los Lagos. Después llegó L'Angliru. Pero el Gamoniteiro es otro coloso por su dificultad. No es un puerto que necesite grandes desarrollos, pero sí presenta una gran dureza.

-¿Una salvajada diferente?

-Es uno de esos puertos difíciles de encontrar en España. Es más un perfil clásico del Tour o del Giro. Largos, duros, que superan los quince kilómetros de ascensión y con pendientes constantes, por encima del 10%. Los cinco últimos kilómetros de L'Angliru son una pared, pero lo que hay antes no deja de ser un puerto que te sirve para calentar las piernas para lo que te viene. Las pendientes en este, en cambio, son más constantes y eso hace que sea una ascensión diferente.

-¿Y marcará más diferencias?

-Se subirá en el tramo final, con las fuerzas más equilibradas. Pero, sí, puede haber diferencias. Habrá que ver qué corredores llegan ahí y en qué forma. Pero, si uno tiene un gran día, puede dar un vuelco a la clasificación.

-La Vuelta será montaña, como les gusta a los aficionados.

-Cuando uno quiere puertos de montaña, los busca largos y duros. Y en Asturias hay una gran variedad. Y, además, se puedan encadenar varios sin mucho terreno llano entre ellos.

-El pelotón hará otra parada en Asturias, en los Lagos.

-Sigue siendo un coloso. La ascensión, llegar arriba y observar los Picos de Europa... Yo no lo he visto en otra parte. Te invita a quedarte, a no dar media vuelta.

-Allí han vencido ciclistas de lo mejor: Lejarreta, Millar, Lucho Herrera, Pino, un tal 'Perico'...

-Rincón, Quintana, Jalabert, este por dos veces...

-Es quizás un puerto más emblemático que empinado.

-Ahora es una 'autopista'. El asfalto no tiene nada que ver con el de mi época, todo parcheado. El 18% de La Huesera te parecía un 25% y, además, con aquellos desarrollos. Sigo pensando que los Lagos no desmerece al Gamoniteiro ni a L'Angliru. Sus once o doce kilómetros, quitando esos dos de bajada, son durísimos.

-¿Usted siempre alude a la etapa de los Lagos de la Vuelta de 1992. ¿Qué tuvo de especial?

-Me sentía muy bien. Jesús Montoya me llevaba marcando toda la carrera y no lograba quitármelo de encima. Me la jugué, lo di todo y lo solté. Y gané la etapa. Cuando ahora lo pienso, me pregunto cómo pude subir con ese desarrollo y esa alegría (risas).

-En Asturias también le recuerdan por sus duelos con el Clas...

-Me gustaría tener hoy aquella rivalidad entre Clas, Once y Banesto. Bloques españoles al máximo nivel que daban espectáculo. Ahora me reencuentro con aquellos rivales y nos partimos de risa contando anécdotas.

-Hace mucho que no hay un equipo asturiano, pero sí buenos ciclistas como Iván Cortina.

-Es un placer encontrarme con un ciclista con esa ambición por las carreras de adoquines en un país sin ninguna tradición. Para un asturiano, que ha vivido un ciclismo más tradicional, supongo que le debe sonar un poco raro.

-Apuesta fuerte del Movistar.

-Desde luego, pero también de Iván. En un equipo de un país con más tradición le podría ir mejor. Movistar sabía que tenía una deuda con este tipo de ciclismo.

-¿También con el femenino?

-El ciclismo español estaba necesitado de un referente y Movistar ha abierto las puertas a aquellas mujeres que querían aventurarse como profesionales en su país. La asturiana Alicia González es una de ellas.

-Pese a todas las dificultades, siguen saliendo ciclistas.

-El ciclismo ha pasado unos años malos. Han desaparecido equipos, carreras... Hubo momentos con solo dos escuadras: Movistar, en el que estaba la élite de la élite, y Caja Rural. Había muchos jóvenes con la ilusión de dar el salto, pero no había hueco. Que ahora haya cuatro, con visos de que salga alguno otro más, es un aliciente para ellos.

-¿Tiene algo que ver aquel ciclismo suyo con el actual?

-No teníamos Internet, ni móviles, pero comíamos, entrenábamos y dormíamos igual. Hoy en día se ha despersonalizado mucho el deporte. Todos son números, alimentos, vatios, pinganillos... Y, si no tienes tecnología, parece que estás desfasado.

-¿A quién ve ahora al frente?

-Me gusta Pogacar. Es joven, ataca de lejos, le gusta el espectáculo. Una bocanada de aire fresco.

-¿Y español?

-Tenemos corredores muy potentes como Enric Mas y Marc Soler, pero no han terminado de rematar y con la generación que hay ahora, con los Pogacar, Bernal y Carapaz, lo tendrán difícil.

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