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Un grupo de escapados, en una de las zonas más duras del ascenso a L'Angliru, en la edición de 2020. K. HUESCA
La Vuelta se enamora del puerto de la Cruz de Linares

La Vuelta se enamora del puerto de la Cruz de Linares

El director de la Vuelta a España reconoce su amor a primera vista con el final inédito asturiano, al que se sumará, un día antes, el asalto a L'Angliru

ANDRÉS MAESE

OVIEDO.

Sábado, 18 de febrero 2023, 01:27

Asturias es infinita. Ofrece paisajes, carreteras, montañas... Un sinfín de posibilidades para cualquier persona que decida disfrutar de sus encantos. Y el director general de la Vuelta a España, Javier Guillén, es el primer consciente de todo ello. «Todos los años queremos proponer algo nuevo. Un puerto, una llegada.... Lo hicimos el año pasado con Fancuaya y ahora llega la Cruz de Linares. Sin duda, completa todos nuestros objetivos. Nos enamoramos de este puerto por su riqueza deportiva, sus vistas y también por tener un final de etapa cerca de Oviedo».

El máximo responsable de la prueba ciclista española más importante fue el encargado, junto a la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, de presentar en sociedad las dos etapas asturianas que se disputarán el 13 y 14 de septiembre y que forman parte del recorrido de 21 jornadas de la próxima edición de la prueba. «Las etapas asturianas conjugan la necesidad deportiva que exige la prueba con nuestro objetivo de mostrar Asturias al mundo», destacó la responsable regional.

El Principado muestra, un año más, su abanico de alternativas con un nuevo final de etapa inédito. Si Fancuaya cumplió con creces la exigencia de dureza establecida por la organización, en 2023 será el turno de la Cruz de Linares. Una ascensión de 7,1 kilómetros, con una pendiente media del 8,88%. Sin duda, una prueba de fuego a la que, además, el pelotón tendrá que enfrentarse por partida doble, ya que el puerto se subirá dos veces de manera consecutiva para poner fin a la aventura asturiana de la ronda española.

Unipublic, no obstante, ha querido mezclar la novedad con la historia. Por ello, el final de etapa en L'Angliru se suma al menú degustación que probarán todos los ciclistas del pelotón internacional. A diferencia de otros años, el coloso de Riosa no será el último gran puerto que ascenderán los corredores en Asturias. Esta vez, será el final de la primera de las dos etapas que se desarrollarán en territorio del Principado. «Otros años L'Angliru era el último, pero esta vez queremos que haga un desgaste muy fuerte de cara a la última etapa de alta montaña», afirmó Javier Guillén.

La idea de recuperar L'Angliru, cuya última ascensión de la Vuelta se produjo en 2020 tras la pandemia con la prohibición de aficionados en las carreteras, viene marcada porque «definimos esta edición como colosal y tenemos que tener a L'Angliru en el programa porque es nuestro coloso», explicó el director general de la prueba. «Además, contará, por ejemplo, con la compañía del Tourmalet y también de Andorra. Tener a L'Angliru es una garantía de audiencia y, a diferencia de 2020, también es una garantía de público», subrayó.

Repercusión

Sobre estas últimas palabras, la viceconsejera de Turismo quiso destacar los datos alcanzados el año pasado en la retransmisión de la Vuelta a su paso por las carreteras asturianas: «Tres millones de personas siguieron en 2022 la emisión de nuestras etapas. Fueron las más seguidas por los espectadores y queremos mantener ese primer puesto del ránking».

Mientras los aficionados al ciclismo estén disfrutando de la subida a L'Angliru desde el sofá de sus casas, los ciclistas tendrán que superar las temidas rampas del mítico coloso asturiano. Un hombre que conoce bien la dureza de esta ascensión es el exciclista profesional Chechu Rubiera, que ayer fue uno de los invitados a la presentación de las dos etapas asturianas. El gijonés lo tiene claro. «Los corredores que sean más completos y sobre todo sean especialistas en montaña son los que tendrán fuerza y oxígeno para hacer cambios de ritmo, pero la mayoría del pelotón tendrá que subir a ritmo», afirmó el exciclista que afirmó que «van a ahorrar fuerzas en la etapa porque L'Angliru es muy duro, pero considero que la estrategia de que se suba el primer día va a dejar muy abierta la carrera para la segunda jornada en Asturias».

«Tienen que pasar cosas»

Desde la organización de la carrera, con Javier Guillén a la cabeza, se espera que de Asturias salga el ganador de la Vuelta. «Son dos etapas en las que hay un total de ocho puertos. Tres el día de L'Angliru y hasta cinco en la jornada de la Cruz de Linares. Creemos que tienen que pasar muchas cosas aquí», subrayó Guillén ayer en el Hotel Reconquista de Oviedo, donde quedaron presentadas las dos etapas con mayor relevancia de la próxima edición de la Vuelta a España.

La dureza y la proximidad del final de la competición harán que Asturias ponga en jaque a todos los equipos que busquen terminar con el maillot rojo, -el que se le otorga al líder- en su poder, una vez concluyan las 21 etapas que forman el recorrido. L'Angliru y la Cruz de Linares dictarán sentencia. Asturias, mientras, empieza a prepararse para lucirse al mundo.

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