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Iván García Cortina encara con optimismo la Paríx-Roubaix de mañana. Será para el corredor gijonés la última prueba de una temporada en la que no logró ninguna victoria con su nuevo equipo, el Movistar Team. Cabe recordar que el ciclista forjado en la Escuela de Las Mestas fue el mejor español en el Campeonato del Mundo celebrado en Flandes la semana pasada. «Me metí en una de las primeras escapadas, pero una caída lastró mis opciones, porque luego me costó mucho reengancharme otra vez y las fuerzas no eran ya las mismas», precisó a EL COMERCIO desde tierras galas, donde estuvo probando parte del duro recorrido.
El asturiano condiciona las posibilidades en «mi carrera favorita» a tener la suerte de cara y a «no tener esa incertidumbre de últimos meses de »tener un buen día«, pero confiesa que »tengo muchísimas ganas, porque siempre soñé con una victoria«.
La denominada carrera como 'el Infierno del Norte' no se celebra desde que Gilbert alzara los brazos en 2019. La prueba, de 257 kilómetros 54,5 distribuidos en 29 tramos de pavé, partirá hacia las once de la mañana, con una previsión de que termine sobre las cinco y media de la tarde. Wout van Aert y Mathiu van del Poel, especialistas en estos tipos de terrenos al proceder del ciclocross, son los favoritos. La baza hispana es, sin lugar a dudas, el gijonés Cortina, que estará acompañado en su equipo por Mathías Norsgaard, Imanol Erviti, Lluis Mas, Gabriel Cullaig, Matteo Jorgenson y Juri Hollmann.
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