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VÍCTOR M. ROBLEDO
OVIEDO.
Domingo, 8 de septiembre 2019, 01:47
Un grito ahogado recorrió los aledaños del Teatro Campoamor a menos de un kilómetro de la llegada del pelotón de la Vuelta a España. A través de la megafonía, el speaker de la carrera, Juan Mari Guajardo, anunció que Alejandro Valverde acababa de sufrir ... una caída en la que se habían visto involucrados otros corredores importantes en la clasificación general, como el líder Primor Roglic o su joven compatriota, Tadej Pogacar. Fue el momento de más tensión de una jornada festiva en Oviedo, con jóvenes y adultos disfrutando del ciclismo desde varias horas antes de que apareciera la caravana publicitaria de la gran ronda española.
Asturias tenía ganas de ciclismo. Ya por la mañana, Oviedo amaneció salpicada de vehículos de logística de la Vuelta a España. Los operarios trabajaron hasta primera hora de la tarde para instalar la meta y el podio mientras el pelotón arrancaba su recorrido en la localidad cántabra de San Vicente de la Barquera. Los corredores estuvieron muy acompañados durante toda la etapa, con una notable presencia de aficionados al paso del pelotón por Ribadesella, Colunga, Villaviciosa, Gijón y Colloto.
En torno a las 15 horas, las inmediaciones del Teatro Campoamor comenzaron a llenarse de gente. Especialmente llamativa resultó la presencia de seguidores colombianos, ataviados con la camiseta de la selección de fútbol de su país y con gritos de apoyo para Nairo Quintana y 'Supermán López'. Fue el caso de Marcela, Nidia, Milton y Polo, que llevan veinte años viviendo en Asturias y no desaprovecharon la ocasión para animar a sus ídolos. «Que la Vuelta pase por Oviedo es una gran oportunidad. Queremos darles nuestro apoyo e intentar desearles suerte», explicaba Polo, un habitual ya de la presente edición de la ronda española, ya que estuvo en varias etapas anteriormente.
El paso de la Vuelta por la región suele servir también para que los más jóvenes valores de la cantera asturiana se acerquen a conocer el mundo de las carreras profesionales. En torno a la meta podían verse maillots de prácticamente todas las escuelas ciclistas. Entre los más jóvenes el objetivo estaba claro: regresar a casa con el bidón de algún corredor. Adrián, Asur y Álvaro compiten en un club de triatlón de Corvera y tenían previsto regresar a casa en sus bicicletas desde Oviedo. «Estamos con muchas ganas de ver a los ciclistas», aseguraba uno de ellos, acompañados de sus padres.
Hubo también quien se desplazó hasta Oviedo desde otras provincias, como la familia formada por Manuela, Liliana y Enrique. En su caso, lo hicieron desde Galicia. «Yo hago ciclismo y me parece maravilloso poder vivir un ambiente así. A lo mejor me animo y voy a ver también la salida de Pravia», afirmaba Enrique.
En la zona de meta fue muy aclamado el campeón del Tour de 2006, Óscar Pereiro, que sigue la ronda como comentarista de la Cope y embajador de la carrera. El gallego se hizo fotos con varios aficionados y pudo charlar antes de la llegada de los corredores. Posteriormente, la llegada de la caravana publicitario empezó a dar colorido al público que ya entonces abarrotaba la calle. Después llegaron los nervios por el acercamiento del pelotón, las fotos a los coches de equipo y ese susto con Alejandro Valverde en el que se vieron involucrados los eslovenos que completan el podio. Hoy toca un clásico: el Acebo.
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