Samu se marcha y Tedders regresa en el Horizonte Atlética

La de Samu, una baja de las que duelen, es ley de vida. «Estaba muy a gusto en el equipo. Ya era la quinta temporada y me encontraba muy bien en la cancha y en el vestuario, pero al final el trabajo manda, me salió una oportunidad laboral importante en el ámbito de la banca, que es a lo que me dedico, en el País Vasco, y da la casualidad de que mi novia es de allí, por lo que después de valorarlo estaba claro que era la mejor opción», explica.

El avilesino de 29 años aún no sabe si seguirá jugando, pero lo que está claro es que continuará más que pendiente de sus compañeros desde la distancia. «Me da pena dejar al equipo a mitad de temporada, pero no tenía otra opción. Me quedo con el gran vestuario que hay, con Juan –Muñiz, entrenador– que es como mi segundo padre y con la buena dinámica que atraviesa ahora mismo el equipo, que a pesar de las bajas temporada tras temporada sigue en los puestos de arriba y eso habla de que el equipo está por encima de las individualidades», analiza.

En el otro lado de la balanza se sitúa Pablo Tedders, avilesino de origen irlandés que retoma la práctica del balonmano prácticamente cinco años después. Debutó como sénior con la Atlética después de no poder acabar su etapa juvenil en la cancha debido a una lesión en el cruzado, y no pudo acabar la temporada al irse «ocho meses a trabajar a Irlanda», el país de su padre y en el que él nació, aunque a los tres meses de vida se vino a Avilés.

Después, «me tuve que operar dos veces del hombro y consideré que mi etapa en el balonmano se había acabado». Sin embargo, hace unos meses, coincidiendo con el jugador del Horizonte, Pablo Argüelles, en el gimnasio, «me propuso la idea de volver a entrenar, me 'picó' el gusanillo y empecé con el equipo de Segunda. Fui recuperando las ganas, me hicieron ficha con ellos, con el de Primera y tras debutar con el de Segunda Juan me dijo de empezar a entrenar con el de Primera y así hasta que el sábado pasado volví a jugar. No he notado tanto como pensaba la inactividad y me encuentro muy motivado», asegura.

A Tedders le tocará nada más y nada menos que cubrir la baja de Samu, que deja una sombra muy alargada. «Raúl –Arias– y yo tenemos ahora mucho trabajo por delante», sonríe. Al lío.