«Al final importan las personas, no los títulos»

Da igual lo abultado del palmarés de cada uno de ellos, pero si algo pusieron ayer de manifiesto los asturianos internacionales absolutos con la Selección Española de balonmano es que «lo importante no son los títulos, son las personas». «Es con lo que me quedo de todo el camino recorrido», aseguró Carlos Ruesga, campeón del Mundo en 2013, después de recoger la distinción que le entregó la Asociación de Balonmano del Principado, junto al resto de sus compañeros en un acto celebrado en al Colegiata de San Juan Bautista y al que se sumó la Territorial Asturiana, cuyo presidente, Manuel García de la Cámara entregó la Medalla de la Federación a cada uno de ellos.

El Ayuntamiento de Gijón estuvo representado por el concejal de Deportes, Jorge Pañeda, y el de Urbanismo, Jesús Martínez Salvador. El Ayuntamiento de Oviedo se sumó a este homenaje a través de su edil de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado. Entre el público hubo numerosas rostros conocidos del balonmano asturiano, como Ignacio Sendín, Toni Saez, Vicente Moral, Alfredo Rodríguez, Javier Meana, Javier García-Cuesta, Andrea Martínez o Milagros Villanueva.

«Lo que quedan son las amistades, que son para siempre, mientras que los títulos son un momento», resumía también uno de los más grandes jugadores que ha dado la cantera asturiana en la historia de este deporte, el gijonés Raúl Entrerríos. Su hermano mayor, Alberto, que lo precedió en la capitanía de la Selección, animó a trasladar a Asturias y España algunos aspectos del balonmano francés, donde desarrolla su carrera como entrenador desde su retirada.

«Los clubes están mucho más profesionalizados y cuentan con mucho apoyo privado, el institucional es menor», explicó. También echa de menos la organización del voluntariado en torno a este deporte. «Aquí no se contempla y hoy vemos que hay mucha gente que apoya desinteresadamente y es un ejemplo de que también se puede desarrollar», comentó, antes de dedicar unas palabras de agradecimiento a «los entrenadores y árbitros que también han tirado del balonmano y a los que algún día habrá que organizar también un homenaje».

Otro de los aspectos en los que coincidieron los jugadores fue en poner el foco en la labor formativa que se realizaba en la base asturiana. «Tenemos que estar muy agradecidos a los técnicos que nos inculcaron una valores y un compromiso que nos ha permitido desarrollar nuestras carreras», argumentó Raúl Entrerríos, que al final de temporada se despidió como coordinador de la base azulgrana y que aún sigue sin desvelar qué derroteros profesionales seguirá, «pero seguro que vinculado al deporte».

«Gracias al trabajo que unos técnicos extraordinarios hicisteis con nosotros, muchos conseguimos éxitos y llegar a la Selección», transmitió el exguardameta Jorge Martínez a través de un vídeo, al no poder estar ayer en Gijón por estar concentrado como parte del cuerpo técnico del equipo nacional júnior. Martínez también lanzó un mensaje de esperanza porque «hay una nueva generación con muchísima ilusión y ojalá gracias a esta iniciativa de la Asociación y la colaboración de la Federación, entre todos consigamos recuperar el nivel que teníamos antaño». Su distinción la recogió su hijo, jugador del Grupo y que ya ha participado en convocatorias de las selecciones inferiores.

A través del vídeo también agradecieron el homenaje de ayer Víctor Alonso, a punto de ser padre de nuevo; Jessica Alonso, delegada de la Selección femenina que está preparando los Juegos, al igual que el avilesino Abel Serdio, que está a las órdenes de Jordi Ribera, también preparando la cita olímpica. Elizabeth López, mítica portera del Osito L'Eliana forjada en el Balonmano Gijón, tampoco pudo asistir por motivos profesionales desde Valencia, donde trabaja. Manolo Cadenas, exseleccionador y exentrenador del Ademar de León por donde pasaron muchos de los jugadores asturianos, y Manolo Laguna, exdirector técnico de la Federación Española, también excusaron su asistencia al acto a través de un mensaje de vídeo.

La entrega de distinciones cerró una jornada que había comenzado a primera hora de la mañana en el Campo Valdés, donde se celebró un torneo de exhibición de minibalonmano, con participación de equipos de distintas localidades asturianas y en el que hizo el pasillo de honor y se entregaron detalles a los infantiles del Grupo Covadonga y del Balonmano Gijón por su participación en la fase final del Campeonato de España. Los internacionales participaron en la entrega de detalles a los participantes y firmaron numerosos autógrafos.