«Ser entrenador es una vía, no la única, pero la veo con buenos ojos»

–¿Le costó grabar el vídeo de la despedida?

–Sí, sí. Es una noticia difícil de tomar y, cuando tienes que comunicarla, no resulta nada sencillo. Llevo aquí catorce años y no dejas por ello de emocionarte un poco.

–Sí se le ve emocionado. ¿Tuvo que parar alguna vez?

–Sí, sí, alguna vez (risas).

–¿Y decírselo a su familia?

–Va de la mano. No es una decisión que tome yo solo. La hablamos mucho de forma interna porque entendemos que va a cambiar nuestras vidas. Pero también lo vemos como una nueva experiencia para seguir creciendo, disfrutar de nuevas etapas... Hay que aprovechar la vida.

–¿Qué balance hace de esta etapa en Barcelona?

–El balance es muy positivo por todo lo que he podido vivir aquí. Como jugador, han sido muchos años, once temporadas, luchando por todos los títulos posibles y consiguiendo éxitos con la Selección. El deportista lo quiere es aspirar a un club en el que pueda competir al máximo y yo lo he conseguido, manteniendo además el nivel de importancia dentro del equipo. Eso me hace sentirme muy orgulloso. Y estos tres últimos años están siendo de aprendizaje, de un cambio importantísimo en mi vida porque dejar la práctica profesional es siempre un choque muy grande. Todo esto, metido en una coctelera, me ha dado muchos conocimientos y experiencias que me van a ayudar en el futuro.

–De nuevo se ve ante el reto de cambiar...

–Yo diría que fue un cambio muy grande. Pasé de jugar por las medallas en unos Juegos a estar, en dos semanas, asumiendo un cargo totalmente diferente y que desconocía. Fue todo muy seguido, un gran reto. Y, a día de hoy, aún sigo en esa transición. No ha sido fácil, pero me ha dado la oportunidad de seguir ligado al balonmano, estar en la pista con todos estos jugadores jóvenes, pero desde otra perspectiva.

–¿Le ha sorprendido algo a la hora de entrenar con promesas?

–Trabajas con jugadores jóvenes con mucha proyección y eso facilita mucho mantener contenidos que has trabajado tú. Pero hay mucha diferencia. Estás en un proceso de formación en el que muchos aspectos técnico-tácticos aún no están consolidados. Pero resulta bonito lograr que se vayan formando, adquiriendo lo importante para convertirse en jugadores profesionales, pero atendiendo también a la otra parte que no es deportiva. Hablo de la formación integral, académica.

–¿Hay relevo garantizado?

–Sí, sin duda. Contamos con una buena hornada de jugadores jóvenes que están asomando la cabeza en el primer equipo del club. Pero también a nivel de selección. La Federación está haciendo muy bien las cosas a nivel formativo. Las categorías inferiores están logrando éxitos en mundiales, europeos... El trabajo está ahí y relevo siempre habrá.

–Ha dicho que siente la necesidad de abrir una nueva etapa.

–Es algo que estoy valorando, encontrar un proyecto que me llene. Sentía que ese salto tenía que darlo. Estoy en ello. Quiero pensar bien a dónde voy y coger esta nueva etapa con la máxima ilusión.

–¿Cómo entrenador?

–Es una posibilidad, sí. Lo que tengo claro es que quiero seguir ligado al deporte. Ya veremos hacia dónde me lleva este camino. Ser entrenador es una vía, no la única, pero lo veo con buenos ojos.

–Sería el paso lógico, ¿no?

–Es una vía bonita porque estaría en la pista, involucrado totalmente en el entrenamiento. Pero quiero explorar todo lo que hay relacionado con el deporte, seguir conectado, encontrar ese proyecto nuevo que quiero para mí.

–¿Sería a final de temporada o se tomará un tiempo?

–Primero he de valorar las vías que pueda haber. Una vez acabe la temporada, estaré abierto a comenzar algo nuevo.

–¿Ha seguido el Preolímpico?

–He estado allí viéndoles.

–¿Le gustó lo que vio?

–El equipo estuvo bien teniendo en cuenta que es un torneo complicado. No solo por lo que tienes delante, sino por la gestión de las emociones, por la tensión. Hay mucho en juego. Todos quieren estar en los Juegos. Hicieron los deberes, pero esto no se detiene.

–¿A qué aspiramos en París?

–La igualdad es máxima, pero está claro que somos uno de los equipos que aspiran siempre a luchar por las semifinales. Veremos cómo se va desarrollando el camino, los cruces... España será competitiva. De eso no tengo duda.

–¿Sigue el balonmano asturiano?

–Sí, más ahora porque el Barcelona Atlètic está en División de Honor Plata, la misma categoría que el Unión Financiera. Pero también sigo la situación del Motive.co, del Gijón Jovellanos... También a la Atlética Avilesina. Ojalá podamos dar ese pasito que todos queremos dar para tener un equipo referente en Asobal. Pero en Asturias falta ese apoyo económico que pueda dar ese plus y esa estabilidad económica que permitan que los jugadores puedan seguir allí y que nos den ese presente y futuro.

–Los clubes asturianos no pueden retener a sus jugadores.

–Es difícil competir porque nuestros medios son los que son. Siempre habrá clubes con mayor potencial.

–Abel Serdio, nuestro único internacional hoy en día, juega en Polonia.

–No es algo que se traslade solo a los jugadores asturianos. Estamos viendo cómo jugadores que están destacando en Asobal se están yendo a ligas extranjeras. Es el momento que estamos viviendo y llevará tiempo recuperarse. Abel está en un momento bueno. Se ha convertido en un jugador importante tanto a nivel ofensivo, su principal valor, como defensivo. Se ha hecho un jugador importante en esa defensa 6-0. Me alegro mucho que esté logrando esa estabilidad.