«Que se acuerde de mí el club de mi vida me hace una ilusión especial»

Intervino de mano el máximo mandatario de la polideportiva sociedad gijonesa que aludió a Ruesga como «el espejo de los más jóvenes, porque te lo has ganado a pulso con esa calidad que te sirvió para lograr un gran palmarés» a la vez que deseó «tenerte aquí de vuelta pronto».

Carlos Ruesga, que recibió la insignia de plata del club y una foto enmarcada con la camiseta del Sporting de Portugal, su actual equipo, en la que figura también una imagen de su etapa en el Grupo, subrayó emocionado que «el hecho de que el club de mi vida y de mi corazón se acuerde de mí después de tantos años me hace una ilusión especial». Al mismo tiempo, Villaldea, recordó que «le hice jugar en el primer equipo con solo dieciséis años, porque a esa edad tenía una calidad enorme para jugar en una categoría como la B, que era profesional por aquel entonces».

Ruesga debutó un 13 de abril de 2002 contra el Pozoblanco y marcó cinco tantos que «no olvidaré». Pese a que logró ser campeón del mundo y bronce europeo con la Selección, además de lograr títulos ligueros y de Copa en tres países distintos -lo que no consiguió ningún jugador español-, su pasó por el Grupo fue de lo «mejor que pasó en mi trayectoria» y lamenta que se «se nos escapó el ascenso dos veces».

Así las cosas, agradece este sencillo homenaje y apuntó en este sentido que «estoy orgulloso de formar parte de la familia de este club y es un privilegio estar aquí».

Tras pasar por clubes de altísimo nivel como el Portland, Veszprem, Ademar y Barcelona disfruta ahora en el Sporting de Portugal, al que hizo campeón de Liga tras dieciséis años, logró un título europeo y le hizo pasar la ronda inicial de la Champions.