De Gijón a la final del Mundial. Scola, hace veinte años en su etapa en el Cabitel Gijón, junto a su compañero Tomás Jofresa y el jugador Djordjevic, actual seleccionador de Serbia. FOTOPRENSA

Scola catapulta a Argentina con un recital y la cita con España

El veterano ala-pívot somete a Francia con una exhibición apoteósica para que la albiceleste persiga el que sería su segundo oro mundialista

ÓSCAR BELLOT

MADRID.

Sábado, 14 de septiembre 2019, 00:35

Con una actuación apoteósica de un incombustible Luis Scola, que clausuró el choque con 28 puntos, 13 rebotes y dos asistencias para un 32 de valoración, la selección argentina sometió a Francia y se citó con España en busca del que sería el segundo ... oro mundialista para el combinado latinoamericano tras el que logró en 1950.

Publicidad

El coraje, el talento y la entrega de la albiceleste, comandada por un ala-pívot que dio un recital de principio a fin pero que tuvo también escuderos de lujo como Facundo Campazzo, Lucas Vildoza o Gabriel Deck, fueron demasiados argumentos para un adversario desconocido que pagó muy caro el pésimo partido de Rudy Gobert.

Reeditarán españoles y argentinos un duelo que se ha dado en quince ocasiones desde que midiesen fuerzas en el Mundial de 1998 y con un balance claramente favorable para el bando español, que se alzó victorioso en catorce de ellas, incluyendo cinco de sus seis enfrentamientos oficiales en estas dos décadas marcadas por sus generaciones doradas.

De la argentina subsiste aún Scola, que apagó la 'grandeur' francesa desde el minuto 1 con una intensidad y solvencia a prueba de años. Como si de Benjamin Button se tratase, parece un chaval en lugar de un veterano de 39 tacos con innumerables batallas en sus piernas y cicatrices en cada centímetro de su baqueteado cuerpo. No se habían desperezado los galos cuando el bonaerense ya había destripado a sus pares con un par de 'coast to coast'.

Ocho puntos del ala-pívot más un triple de Campazzo cimentaron el primer arreón albiceleste, que se colocó 10-2 mientras Collet buscaba un antídoto a la efervescente puesta en escena que sólo encontró durante un lapso del segundo cuarto y al inicio del periodo decisivo gracias a la aportación de su banquillo y mientras a Fournier le duraron las fuerzas, porque de Gobert no hubo noticias.

Publicidad

Con una defensa numantina y un ataque demoledor ya fueran Campazzo, Vildoza, Deck o el insaciable Scola los encargados de amartillar, Argentina dejó presa del 'rigor mortis' a Francia ya en el tercer cuarto, pero un parcial de 7-0 reconectó a los 'bleus' con el partido.

Con Ntilikina al timón y Gobert algo más entonado, la selección francesa puso entonces a prueba el temple de los latinoamericanos, a los que por primera vez se veía titubear. Apenas un espejismo, porque si de algo anda sobrada Argentina es de casta y experiencia. Y en ambas tiene un máster Scola, que con dos triples firmó el epitafio de un rival que deberá seguir esperando para saber lo que es la final de un Mundial.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad