El Liberbank vuelve a sonreir en Pumarín

Se hizo larga la espera para los aficionados azules, los cuales tuvieron que esperar diez semanas para presenciar el segundo triunfo del Liberbank Oviedo Baloncesto en el 'fortín' de Pumarín, el cual rozó el lleno en la tarde de ayer.

Tras la hazaña del martes en Lleida el equipo ovetense continuó con su momento de dulzura, al imponerse por 82-81 ante el Covirán Granada. Una victoria que permite a los de Javi Rodríguez cerrar su periplo de tres partidos, en nueve días, con dos triunfos en su casillero.

Precisamente esta carga de esfuerzo físico en la plantilla azul pasó factura en algunas fases del encuentro, al sufrir los carbayones bajones de intensidad defensiva para contener los arreones de los nazarís.

Los de Pablo Pin entraron con más fuerza al partido, lo que se vio reflejado en un parcial inicial de 2-10, con un destacado Sergio Olmos sobre la pintura, el cual se aprovechó de la ausencia de los hombres interiores del equipo carbayón.

No fue hasta el tercer minuto del cuarto cuando llegó la primera canasta local, a cargo de Jorge Sanz, quien inició el partido como base titular.

El acierto en el lanzamiento desde el perímetro, con cuatro triples de siete intentos, hizo que los ovetenses despertasen y se metieran de nuevo en un partido que se les había complicado de manera prematura, al tomar el Granada una ventaja significativa de diez puntos (7-17) en el ecuador del cuarto.

Esa reacción local, con un parcial de 10-2 en los tres últimos minutos, hizo que el primer cuarto se cerrase con el 23-27 en el marcador.

Los primeros compases del siguiente cuarto fueron una repetición del anterior, con un buen arranque de los granadinos, que volvieron a irse hasta los diez de ventaja. Pero de nuevo los triples, dos de Álex Reyes y uno de Davis Geks, impidieron que la ventaja fuese a más.

Tras un tiempo muerto de Javi Rodríguez, con el 34-42 en el electrónico, el equipo ovetense mejoró defensivamente, lo que le permitió firmar un parcial de 8-0 en los últimos cuatro minutos del cuarto.

El finés Matti Nuutinen, de nuevo uno de los mejores en la tarde de ayer, logró seis de los ochos puntos, y con una canastas sobre la bocina puso el empate a 42 con el que se alcanzó el ecuador del partido.

Tras el paso por los vestuarios hizo aparición la figura de Rolandas Jakstas, quien con su juego interior, y sus puntos, logró situar por primera vez al Liberbank al frente del partido (47-45).

A partir de ahí se vio a un equipo ovetense más consistente, que logró frenar las acciones de Guille Rubio y de Manu Rodríguez, muy motivado al jugar ante su exequipo.

Los nazarís no tiraron la toalla en ningún momento, a pesar incluso de que veían como el Liberbank lograba tomar una renta de siete puntos (54-47).

En el último cuarto Nuutinen tomó las riendas del equipo, y fue el gran protagonista hasta los segundos finales, cuando se puso a prueba el corazón de los aficionados azules, con dos acciones que determinaron el resultado final.

Con veinte segundos para el final, y el 82-81 en el marcador, Reyes falló un lanzamiento desde el triple, lo que le otorgó al Granada el último ataque del partido. Diego Kapelan asumió el riesgo de jugarse la canasta ganadora, también desde 6,75 metros, pero el balón tocó primero el aro y luego el tablero, para salir finalmente rebotado, y dejar con ello el triunfo en Oviedo. El segundo de manera consecutiva, y el cuarto de la temporada, con el que el Liberbank no abandona los puestos de descenso, pero si en cambio le refuerza la moral de cara a sus siguientes compromisos, como el del domingo ante el Gipuzkoa Basket.