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El Alimerka Oviedo Baloncesto sumó su tercera derrota del curso. Esta vez lo hizo ante su bestia negra, el Palencia, que lleva una dinámica antagónica al equipo de Trifon Poch. El 88-63 refleja la diferencia que hubo entre dos equipos que hoy por hoy ... están muy lejos. Los porcentajes de tiro, por encima del 60% son la mejor muestra de la distancia que hubo entre ambos. El cuadro ovetense, que llegaba muy mermado al choque y que había pedido incluso el aplazamiento del choque fue siempre a remolque.
El partido se rompió ya en el primer cuarto que se cerró con 28-18 para los palentinos. El resto del choque fue un quiero y no puedo con un Oviedo muy limitado en la rotación y con pocos argumentos de cambiar el rumbo del partido. Toca pensar en la siguiente cita en la que el equipo buscará estrenar el casillero de victorias.
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