El Alimerka desata la euforia en Pumarín

Aprovechaba sus primeras oportunidades el Alimerka Oviedo Baloncesto recurriendo en repetidas ocasiones al juego en la pintura, faceta desde la que sustentaban sus primeros puntos, al encontrarse con serias dificultades para atacar desde el perímetro la defensa burgalesa. A medida que transcurría el periodo se tornaba el juego más dinámico, casi sin posesiones en estático, ritmo en el que se sentía muy cómodo Tizona Burgos con Lance Jones como principal baluarte desde el triple. De aquí al final del cuarto, bastantes faltas, con sus consiguientes visitas al tiro libre, que eran bien aprovechadas por los lanzadores de ambos equipos, concluyendo el primer cuarto con un animado 23-26 visitante.

Comenzaba el segundo cuarto con intercambio de golpes por ambos bandos, manteniéndose el equilibrio hasta el ecuador del periodo (38-38), momento en el que el Alimerka Oviedo Baloncesto encontró una marcha más para construir sus primeras ventajas significativas. Un triple de Lucas Langarita, casi cayéndose y con un rival encima, situaba la máxima renta en aquel momento (44-38). Se atascaba el casillero anotador visitante, circunstancia que hablaba bien de una defensa carbayona que desquiciaba a su rival, precipitándose en varias ocasiones cometiendo faltas aun en campo contrario. Fruto de lo anterior, el hándicap de ver hasta a cuatro de sus jugadores (Soloude, Keita, Díaz y De Souza) con tres faltas antes de irse a vestuarios. Por su parte, aprovechaba el Alimerka Oviedo, que sumaba a su repertorio defensivo el acierto triple y se aferraba al excelso nivel de un ‘big three’, en aquellos instantes, conformado por la explosividad de Lucas Langarita, la solvencia de Marc Martí y el empuje de Robert Cosialls, que tomaban con claridad el mando del partido. Una gran jugada hilvanada por Valinotti y Mikel Sanz hacía cerrarse la primera mitad con una gran canasta del argentino y un resultado de 52-44.

De vuelta al choque, en el tercer cuarto se reproducían las buenas sensaciones que había dejado el Alimerka Oviedo a lo largo, sobre todo, del segundo cuarto, haciéndose Lucas Langarita, en este tercer acto, dueño y señor del partido, alcanzando a su conclusión los dieciocho puntos en su haber, ya con cuatro triples y un cien por cien de efectividad desde el perímetro en su hoja de servicios. Al buen nivel del maño se unían los mejores minutos de Dan Duscak y el buen nivel general exhibido por el resto del plantel carbayón. Las diferencias se multiplicaban, con una máxima de 73-57 tras canasta de Mikel Sanz, y el OCB desarbolaba la defensa del equipo dirigido por Salva Camps. No obstante, un parcial de 0-6 en los últimos segundos, culminado por un gran mate del pívot senegalés Thiam, hacía entrever que Tizona Burgos no tenía intención aún de renunciar al partido. Fin del tercer cuarto con 73-63.

Aún mucho por decidirse en el último periodo y el Alimerka Oviedo saltó con la convicción de mantener a raya a su rival, y así lo hizo durante los primeros minutos de este último envite, siendo esa decena de puntos una losa insalvable para el equipo burgalés. No obstante, cierta pimienta puso el cuadro visitante con un triple de Jordi Rodríguez (83-78) a falta de cuatro minutos, pero, sin temor alguno, los carbayones dijeron ‘hasta aquí’ y volvieron a ajustar las clavijas en defensa y a exhibir su nivel de acierto ofensivo para endosar ya el parcial definitivo que dejaría el final del partido con un marcador de 98-84.

Toma mucho oxigeno el Alimerka Oviedo con su segunda victoria consecutiva, la cual les permite alcanzar la séptima de la temporada y así poner pies en polvorosa respecto a la zona de descenso y así echarles ya el aliento a los equipos de la zona media de la clasificación.