Pumarín se resiste

La visita a Pumarín del colista de la LEB Oro, el Clínicas Rincón, se presentaba como una gran oportunidad para que el Unión Financiera Baloncesto Oviedo encadenase la segunda victoria consecutiva en su feudo. Pero un inicio frío en la segunda mitad del encuentro, unido al acierto de los malagueños desde el tiro exterior, condenó a los ovetenses a su séptima derrota de la temporada. Es la quinta en su feudo. Pumarín se resiste.

Ya desde el inicio el Clínicas Rincón marcó el ritmo del encuentro y del marcador, poniéndose por delante al minuto de juego. A pesar de lograr un parcial de 0-7 y llegar a disfrutar de una renta de 10 puntos (10-20), los jugadores de Francis Tomé solo llegaron con una ventaja de cinco puntos al final del cuarto. Fue gracias a un arreón de los ovetenses con Kyle Tresnak, máximo anotador de su equipo, con 13 puntos, y Juanjo García.

En el segundo cuarto primaron las defensas de los dos equipos, que no permitieron que se produjesen muchos puntos. Así se cerró el cuarto con solo veintiocho puntos entre ambos equipos.

Tras la reanudación, se produjo el momento clave del partido, con unos ovetenses que volvieron a la cancha bastante fríos. Esta circunstancia la aprovecharon los malagueños para firmar un parcial de 0-14, con cuatro triples, lo que les llevó a tener la máxima renta del partido, 15 puntos (41-56).

El juego exterior malagueño, con 15 triples anotados, fue la solución para salvar la defensa planteada por Arenas, además de aprovechar el buen momento de Alfonso Sánchez, máximo anotador del encuentro con 28 puntos, dieciocho desde la linea de 6,75, y Richi Guillén, el mejor jugador del partido con 34 de valoración, tras anotar 19 puntos, capturar 14 rebotes y realizar 3 asistencias.

Reacción en el último cuarto

Los carbayones, liderados por la veteranía de Diego Sánchez, no tiraron la toalla y se metieron de nuevo en el partido, para dejar el marcador 59-69 antes del último cuarto.

El Clínicas Rincón no quería dejar escapar la victoria y salió a por todas, lo que les permitió tomar una renta de 13 puntos a falta de 3 minutos. Pero ahí apareció el efecto Pumarín para lograr un parcial de 12-0, que llevó la locura a las gradas al ponerse 78-79 a falta de 10 segundos.

Cuando restaban nueve segundos, y tras dos tiros libres de Guillén, los hombres de Arenas disponían de posesión para llevar el encuentro a la prorroga, pero el triple de Álvaro Muñoz no entraba y Neighbour que ganaba el rebote, en vez de sacar el balón fuera, anotaba debajo de canasta, acabándose ahí la esperanza.