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La San Silvestre de Avilés se ha quedado a medias por la suspensión de las pruebas de categorías inferiores, de chupetines a infantiles, por la torrencial lluvia y fortísimas rachas de viento, que ponían en peligro la seguridad de los atletas más pequeños. Justo a las 16.30, cuando estaba prevista la salida para los casi bebés, un vendaval y una tromba de agua aplazaron el inicio del programa en una Plaza de España en la que volaron hasta las vallas, con peligro también en el puesto de cronometradores y el escenario.
Ante las perspectivas de nuevas rachas de viento y lluvia, el club organizador, Avilés Atletismo, el Ayuntamiento de Avilés y la Policía Local, estuvieron de acuerdo en suspender todas las pruebas, con 600 atletas inscritos. Todos ellos recibirán su medalla conmemorativa sin ganadores de una San Silvestre que solo mantiene en pie la carrera grande con 2.400 inscritos, que saldrá a las seis de la tarde. En principio y aunque el mal tiempo sigue imperando en este último día de 2017, la prueba se disputará, esperemos que sin incidentes.
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