Los corredores regresan al asfalto

Y es que la prueba, organizada por el Patronato Deportivo Municipal con motivo del día Mundial de la Parada Cardiaca, tenía previsto disputarse el 16 octubre, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia de la enseñanza de la reanimación cardiopulmonar y la realización de estas maniobras por toda la población, así como fomentar la práctica deportiva responsable, como medio para combatir las enfermedades cardiovasculares.

Las restricciones por la crisis sanitaria obligó a aplazarla, pero ayer, por fin, pudo celebrarse. Eso sí, siguiendo unos estrictos protocolos de seguridad, marcados por las directrices de la Consejería de Salud del Principado para la práctica de un deporte seguro, que incluyó la ausencia de espectadores en el Complejo Deportivo de Las Mestas, punto de inicio y finalización de la carrera.

Los participantes no ocultaban las ganas de volver a pisar el asfalto portando un dorsal poco antes de darse la salida en la prueba. Los corredores se situaron en filas para guardar la distancia de seguridad -se incluyeron señales en el suelo- y no pudieron despojarse de la mascarilla hasta abandonar el recinto deportivo para cubrir los cinco kilómetros de que constó la carrera.

Los participantes, asimismo, no pudieron evitar desencadenar un sonoro aplauso momentos antes de la salida, que se realizó durante una emotiva cuenta atrás.

«Fue muy emocionante. Hacía quince meses que no podíamos participar en una carrera», resaltaba el gijonés Tony García, que esta que esta carrera marque la vuelta a la normalidad en el deporte popular, que echaba de menos la competición.