Javier Guillén, antes de un acto en Madrid. E. C.

«Asturias será fundamental en la próxima Vuelta»

Javier Guillén, director de la ronda española, valora los reajustes realizados en el calendario y el recorrido para garantizar su celebración

víctor m. robledo

Domingo, 24 de mayo 2020, 02:23

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Los responsables de la Vuelta a España afrontan los últimos días de mayo tras varias semanas rodando por un territorio 'rompepiernas'. El equipo dirigido por Javier Guillén ha trabajado a contrarreloj para readaptar la próxima edición de la carrera a la nueva realidad del ... ciclismo, un deporte que llegó a ver peligrar su calendario de 2020 por la pandemia. La Unión Ciclista Internacional y los organizadores de las tres grandes vueltas –Giro, Tour y Vuelta– han encajado el puzle y la gran ronda española echará a andar en otoño, el próximo 20 de octubre, con protagonismo para Asturias en dos etapas que apuntan a ser decisivas. «Ha sido un trabajo muy intenso. Había que diseñar todos los escenarios posibles, pero viéndolo ya en perspectiva creo que la UCIlo ha hecho rápido. Ahora el trabajo es encauzar las nuevas fechas para el nuevo proyecto de Vuelta», apunta Javier Guillén desde Madrid, en conversación conELCOMERCIO.

El director de la Vuelta a España se muestra «muy contento», con un reconocimiento especial para el Tour por «su rápida reacción, que nos ha permitido a todos los demás movernos». En opinión de Guillén, la nuevas fechas de la carrera española «tienen muchas más cosas a favor que en contra, porque están bastante alejadas de la pandemia y al no haber entrado en noviembre creo que favorecerá la participación».

Respecto al planteamiento inicial, la Vuelta pierde las tres etapas iniciales en Holanda, así como el paso por Portugal. Sí se mantiene, en cambio, el final de etapa en el Tourmalet. Irún será el enclave que acoja el estreno de la carrera. El resto del mapa se mantiene inalterado. «Quiero agradecer a las instituciones su colaboración, porque necesitábamos confirmar un recorrido que no se improvisa. El hecho de que todas las sedes españolas, además del Tourmalet, nos hayan ratificado, no da tranquilidad y nos facilita trabajar a partir de todo lo que ya teníamos avanzado», admite Guillén.

En ese nuevo escenario mantienen su enorme peso las dos etapas asturianas. El 31 de octubre, el pelotón saldrá de Villaviciosa y superará la Colladona, la Cobertoria y San Lorenzo antes de afrontar la ascensión a la Farrapona, donde estará instalada la meta. Un día después, desde Pola de Laviana, regresará a L'Angliru. «Son dos etapas bien dimensionadas y entendidas como un binomio. Van a ser fundamentales porque a partir de ahí la Vuelta tendrá emociones impredecibles. En la Farrapona se van a acumular muchos metros de desnivel y va a generar un gran desgaste para el mítico Angliru que, con el cansancio del día anterior, deparará sorpresas. Están estratégicamente situadas en la tercera semana, que siempre pasan muchas cosas», explica el director de la carrera.

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La situación mundial provocada por la pandemia, con una incertidumbre generalizada que se acentúa en torno al deporte, impide vislumbrar a falta de cinco meses cuál puede ser la presencia de público en torno a la carrera. Lo que sí es seguro es que el final de las etapas tendrá que adelantarme algunos minutos por los umbrales de luz. Según los cálculos de los organizadores, en Asturias será de media hora respecto a lo habitual en los últimos años.

«El paraíso del ciclismo»

La Vuelta renueva un año más su estrecha relación con Asturias. La carrera no falta en el Principado desde su edición de 2009. «Asturias es el paraíso natural del ciclismo. Estamos encantados con la posibilidad de poder elegir entre tantos puertos y opciones para las etapas. Cada año vamos ahí y jugamos con lo que hay. L'Angliru lo metemos cada tres o cuatro años, Lagos de Covadonga es más recurrente por su simbología en Asturias. Siempre intentamos hacer dos o tres etapas y podemos introducir cosas nuevas como Les Praeres.Sabemos jugar con todo», comenta Guillén.

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De cara al futuro, el director de la Vuelta descarta descubrir a corto plazo nuevos puertos como final de etapa:«Tenemos que insistir en lo que ya tenemos de ediciones anteriores. Creo que los puertos funcionan mejor cuando más se conocen. Aún nos quedan sitios por ver, pero yo ahora mismo soy más partidario de seguir insistiendo». Lo que sí descarta Guillén es la posibilidad de celebrar una cronoescalada en L'Angliru. «Me gusta más en línea, con un corredor frente a otro. Además, logísticamente esa opción es muy difícil. Los corredores suben y bajan por el mismo lado, y no es una bajada fácil. La carretera hay que utilizarla solo en un sentido. No creo que vayamos a afrontar ese paso», adelanta.

De los últimos pasos de la carrera por la región, Guillén destaca «el día de la retirada de Contador, que fue muy especial», aunque también recuerda el estreno de Les Praeres como meta hace dos años. «Fue una gran emoción con el pueblo de Nava por ser capaces entre todos de sacar adelante esa ascensión. El Ayuntamiento y el Principado nos ayudaron. Cuando lo visitamos por primera vez parecía imposible, pero hicimos realidad el sueño». De la pasada edición se queda con la etapa con final en el Acebo, «que vinculamos la Vuelta a España con la Vuelta a Asturias y puso en valor esa zona del Principado».

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En los próximos meses, Unipublic, empresa responsable de la carrera española, continuará ultimando los detalles de una edición que Guillén espera que sea «la Vuelta de la ilusión».

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