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Miércoles, 27 de mayo 2020, 17:36
En la última gala de 'Supervivientes: Tierra de nadie', el polémico José Antonio Avilés volvió a aparecer con la promesa de 'despejar su mente y poder empezar una vida desde cero' desde que reconociese que las acusaciones de mentiras y estafas acerca de ... su persona eran ciertas.
Sin embargo, el 'periodista' sigue sin dejar de sorprender a nadie en cada una de sus apariciones. Esta vez ha sido una videollamada a tres bandas entre él, Carlos Sobera e Ivana Icardi, mediante la cual el cordobés no ha dudado en asegurar que su compañera había tenido una noche de pasión con un miembro de la organización del reality durante su estancia en el hotel de Honduras.
«¿Te consta que Ivana, tal vez, haya manteniendo una relación con otro chico en Honduras?», le preguntaba Sobera a Avilés. Ivana Icardi se mantenía en silencio.
El colaborador lanzaba balones fuera diciendo que tendría que ser Ivana quien aclarase todo pero al verse presionado y después de que Carlos Sobera le hubiera dicho que al equipo le constaba que él ha ido contado esta historia y que era falsa, Avilés estalló, ya que cuestionó la afirmación insistiendo en que su palabra era cierta y el presentador reiteró: «Nosotros creemos en nuestros compañeros».
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Viéndose acorralado, José Antonio pidió a la dirección del programa que le dejaran hablar sinceramente y decir nombres. «No se me puede tachar de mentiroso, aunque lo haya sido hace un tiempo», proclamó.
Ivana se reía negando la mayor y Sobera volvió a la carga. «¿Sigues contando mentirijillas? Al final va a resultar que eres como Anacleto, agente secreto», ironizó el comunicador. Y entonces Avilés se lanzó y narró cómo uno de los miembros del equipo se acercó a la argentina una noche, cuando ya había sido expulsada, en el hotel donde se alojaban, y acabaron todos en la misma habitación. «Lo que yo escuché dentro de ese cuarto está muy claro», afirmó categórico. «No entiendo a qué viene esto después de pasar una semana juntos apoyándolo en sus malos momentos», se quejaba la aludida, y añadía: «Pretendía liarme con todos los chicos que se me acercaban».
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Sobera no quiso perseverar en la historia, restando credibilidad a las palabras de José Antonio, al que despidió sin dejar acabar su alegato.
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