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Elcomercio.es
Miércoles, 1 de noviembre 2017, 02:09
Los espectadores de TVE tuvieron ayer la oportunidad de ver el programa de 'Masterchef Celebrity' que se grabó en el Centro Niemeyer de Avilés. Un programa en el que participaba Germán Fernández, el joven camarero agredido el pasado mes de julio en Fomento, Gijón ... . Tan solo unos días antes de la brutal paliza de la que todavía se recupera, Germán Fernández ayudó a servir las mesas en el programa emitido anoche.
Por su parte, el doble campeón olímpico de piragüismo y agente de la policía nacional Saúl Craviotto aprovecho la ocasión para enviar un mensaje en apoyo al joven gijonés desde su cuenta de Instagram.
«En un rato nos vemos en @masterchef_es en @rtve a las 22.30h y encima venimos a mi tierra adoptiva...espero ser buen anfitrión», escribió. «Le quería dedicar este programa a German Fernández, que aparecerá en la prueba de exteriores y que a los pocos días de grabarse, sufrió una brutal paliza sin venir a cuento a manos de 4 desalmados y que le ha dejado graves secuelas. Sus familiares han iniciado una campaña de recaudación de fondos para que Germán pueda ser tratado en una clínica especializada en Barcelona, cuyo coste mensual asciende a unos 7.000 euros. El número de cuenta que se ha habilitado a tal fin es 0081.5658.90.0006123826».
Además, se pudo ver a la joven luanquina Covadonga García la exconcursante de la edición infantil de este programa quien hizo su aparición durante la prueba rodada en Avilés, en la que fabada y cachopo fueron protagonistas.
La final del programa está cada vez más cerca y es el momento de que los aspirantes saquen su lado más competitivo. Para empezar la noche, cada aspirante robó a un compañero la mitad de los doce productos de la Caja Misteriosa. Esto despertó los primeros rencores entre ellos, pues algunos de los concursantes se quedaron tras el robo con ingredientes que no servían para hacer nada. Saúl Craviotto se excedió en su robo a Edu, dejándole con los peores ingredientes. De hecho, a modo a de disculpas, quiso llamar a su plato «arroz sin rencores».
Aparte del robo, no pudieron entrar luego en el supermercado, así que tuvieron que pensar muy bien la estrategia. En este reto compartieron cocina con Ricard Camarena, chef que en solo tres meses consiguió la estrella Michelin. El tiempo jugaba, como siempre, en contra de los aspirantes, que apuraron el cocinado hasta el último segundo.
José Corbacho se llevó duras críticas del jurado por su plato en esta prueba: «es agua de fregona», dijo Jordi. «Es como si lo hubiese hecho un niño pequeño. Muchas veces los niños del Junior nos sorprenden, y tú también nos sorprendes, pero negativamente», sentenció el crítico catalán. Las dos mejores recetas, en opinión del jurado, fueron las ideadas por Saúl Craviotto y Patricia Montero, que obtuvieron así la capitanía para la prueva de equipos.
El Centro Niemeyer, en Avilés, se impregnó de los aromas del menú típico asturiano que cocinaron los aspirantes. Bollo preñao, fabada asturiana, cachopo y casadielles fueron los manjares que sirvieron a 70 comensales. Covadonga, aspirante de MasterChef Junior 3, y el chef Marcos Morán (una estrella Michelin) vigilaron de cerca el cocinado. El mejor tuvo una ventaja: la de salvar a uno de los aspirantes con delantal negro.
Las reglas de la prueba estaban pensadas para fomentar la competitividad entre los equipos. A Montero, por haber sido ganadora de la anterior prueba, se le concedió un comodín para utilizar durante la prueba: la posibilidad de «congelar» durante diez minutos a dos concursantes del equipo contrario. Montero y sus compañeros pronto empezaron a especular a quién podían congelar y cuál era el mejor momento para hacerlo.
El pique llegó también en esta ocasión a los miembros del jurado. Pepe y Jordi recordaron la vez que, durante la cuarta edición del programa, cocinaron un cachopo en Oviedo. Empezaron a discutir sobre quién lo había hecho mejor, y decidieron repetir la prueba. Inmediatamente se hicieron un hueco en los fogones entre los concursantes y se pusieron manos a la obra. Esta vez fue Jordi Cruz el que consiguió cocinar el mejor cachopo.
El menú asturiano fue un auténtico desastre. Ninguno de los cuatro platos fue del gusto de los comensales, y la presentación estuvo también descuidada. A pesar que eran recetas relativamente fáciles, el resultado fue penoso. «Me han decepcionado los dos equipos, nunca habían trabajado tan mal», dijo Pepe, «ha sido el cocinado más desastroso de toda la temporada. Esto solo puede tener una consecuencia: todos delantal negro y a la prueba de eliminación».
Al final de un programa plagado de nervios y de tensión, en una última prueba de infarto, fueron Bibiana y Anabel Alonso las dos concursantes nominadas para abandonar MasterChef, siendo la primera la expulsada.
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