José Luis Ábalos niega haber montado fiestas con mujeres en plena pandemia

«Es una información que da asco, es muy soez y muy zafia. Llevo desde enero de 2020 acostumbrado a este tipo de campañas, pero hay que decir bien alto que esto se sale de madre. Seguramente es el precio que hay que pagar por dar la cara», comenzaba el político. «Me gustaría poner fin a esta película de la que no quiero formar parte, esto es muy propio de los sistemas totalitarios: destruir a las personas por su intimidad fuera de todo relato político», expresaba.

Risto preguntó si sospechaba de dónde venía el ataque. «No descarto nada, ni el fuego amigo. Trato de entender las razones», explicaba Ábalos que incidía en su malestar. «Venir es meterte en el barro y yo saldré embarrado, pero los cerdos disfrutan», alegó. En cuanto a las acusaciones concretas, el invitado replicaba: «Yo no he hecho ninguna fiesta y además exijo que digan el nombre del parador y que se cuantifiquen los daños». Se refería a una de las informaciones que apuntaba a que una de las habitaciones en las que se hospedó quedó destrozada. «Es totalmente falso y voy a presentar una querella por la vía penal», añadía.

El socialista mostraba su profunda desazón por todo lo acontecido. «Hay algo que no tolero y es que afecte a terceros. Cuando mi madre ve esto le hace daño, le dio un amago de infarto. O mis hijos. El daño que me pueda hacer a mí no me importa», reprochaba enfadado. Y preguntaba con ironía: «¿A qué consejo de ministros he llegado yo tarde? A ninguno. Soy de los ministros que menos ha faltado a un consejo. Y yo tenía una doble responsabilidad. Estaba sobre el terreno y mis jornadas eran larguísimas. Supermán no soy, ¡claro que me canso! Pero esa imagen lamentable que intentan trasladar es falsa», declaraba.

También hablan de un vídeo comprometido. «Si lo hay, autorizo a que lo saquen. Estoy totalmente tranquilo. Si no voy a un restaurante, ¿cómo voy a ir a un local de alterne? Es repugnante. Frente a una acusación de este tipo solo cabe la justicia. Lo pongo en manos de un juez. Es un problema de calumnias e injurias», avisaba. Y razonaba su desasosiego: «En España el problema es que calumniar no solo es gratis, puede ser hasta rentable. Y este medio quiere hacer negocio a mi costa».

El líder de la oposición esgrimió el caso en el Congreso y Ábalos afeó la conducta. «La tontería que ha dicho hoy el señor Casado es la de un señor acomplejado. A ver si madura, hombre, que la derecha necesita un líder maduro que no diga esas tonterías. Ocasiones para dejar de ser elegante hay muchas, y hoy lo ha demostrado», censuraba. La entrevista llegó a su fin tras un peregrinaje de dimes y diretes. «Ya hemos guarreado bastante», zanjaba el político dejando clara su intención de no rendirse. «Saldré de esta como he salido de otras», remató.