Gonzalo, el niño asturiano que se despide de las cocinas de 'Masterchef Junior': «Me ha encantado la experiencia»

En la primera prueba de la noche, Gonzalo tuvo que realizar una tarta de queso en la que tenía que incorporar aceite de oliva. El gijonés confesó que su madre y otros familiares le enseñaron la receta. «Va por ellos», dijo. Pero la elaboración no le terminó de salir. El postre no acababa de cuajar y después de varios intentos, se le agotó el tiempo.

Su desánimo creció a la hora de presentarle el postre a los jueces. «No os quería presentar esa porquería», reconocía Gonzalo ante Samantha, Pepe y Jordi. Fue este último el que trató de animar al pequeño. «Decir eso es ser demasiado exigente contigo mismo. Espera que te demos la valoración», le recomendó el chef. «Está bien, pero podía estar mejor. Son nervios», agregaba más tarde Pepe.

Gonzalo, canterano del Sporting, reconoció ser muy exigente consigo mismo. «Soy muy estricto desde pequeño, pienso que no puedo fallar nunca», se sinceraba.

Tras esta primera fase, llegó la prueba de exteriores. Para ello, el programa se desplazó a uno de los parajes más bonitos del país: el Lago de Sanabria. Allí, los pequeños chefs tuvieron que elaborar complicados platos con productos zamoranos como protagonistas. Para ello, Gonzalo y Alexia, los aspirantes que menos puntos recibieron, tuvieron que asumir las capitanías de sus respectivos equipos.

El equipo conformado por Gonzalo, Ariel y Guillem viajó a la Edad Media para cocinar un menú a través de técnicas y utensilios de la época. Por su parte, Alexia, Carla y Olivia usaron cocinas y parrillas solares con el objetivo de proteger el medio ambiente. Durante el cocinado les visitaron importantes chefs, como Pedro Mario y Óscar Pérez, del restaurante El Ermitaño, en Benavente.

Al gijonés, que tuvo que cocinar con lumbre, le tocó un menú compuesto por ancas de rana al ajillo, pimientos de Fresno-Benavente, lomo de ciervo a la brasa y arroz con leche. Además de controlar las brasas, los aspirantes tuvieron que despiezar el ciervo, una complicada tarea para niños que no superan los 12 años.

Nervios, pesimismo y algún que otro enfado entre Alexia y Olivia (del equipo azul). Así fue la prueba de exteriores que terminó con un «arroz con leche medieval» y con el desánimo de algunos aspirantes. «En el campo y en la cocina prefiero estar en la portería que disparando», confesaba Gonzalo (portero en las categorías inferiores del Sporting), tras la valoración de los jueces.

Con todo ello, las únicas aspirantes que se libraron del temido foso y que pasaron directamente a la final de 'MasterChef Junior' fueron Carla y Olivia.

En cuanto al cocinado, los pequeños tuvieron que elaborar un dulce con forma de mandarina -lo que en el programa se conoce como un 'trampantojo'-. Se sumó a la prueba Ofelia, una de las más conocidas caras de 'MasterChef'. El reto era complicadísimo, pero todos los aspirantes consiguieron presentar el postre ante los jueces.

Ariel destacó por su destreza a la hora de manejar cantidades y seguir con calma todos los pasos. Guillem sorprendió una vez más por su actitud y sus ganas de superarse. Alexia trabajó a contrarreloj y logró emplatar su mandarina en el último segundo. Y a Gonzalo los nervios le jugaron una mala pasada, pero no desistió en intentar presentar su mandarina y, finalmente, lo consiguió. No obstante, ni Alexia ni Gonzalo sumaron los puntos suficientes para convertirse en finalistas y tuvieron que abandonar las cocinas.

«Me ha encantado la experiencia. Conoceros a vosotros, a estos compañeros magníficos...», se despidió Gonzalo. «Tenemos que estar felices. Somos una gran familia», añadió Pepe Rodríguez.

Así, Ariel, Guillem, Carla y Olivia son los finalistas de la novena edición de 'MasterChef Junior' y se disputarán la victoria mañana, 6 de enero.