La emocionante historia que llevó a Miguel Ángel Revilla a escalar con Jesús Calleja

Miguel Ángel Revilla puede presumir de tener muy pocos filtros. El presidente de Cantabria lleva la sinceridad por bandera y es por eso por lo que no tuvo ningún reparo en coger el teléfono para proponerle a Jesús Calleja una aventura para ambientar su programa de Cuatro, 'Planeta Calleja'.

«Tengo una historia que te va a encantar. Una historia increíble que no has grabado en tu vida», le propuso Revilla, una oferta que dejó «helado» a Calleja. «Es la primera vez que en 'Planeta Calleja' nos llama el invitado diciéndonos que quiere venir al programa y además con historia. Esto no nos ha pasado nunca», ha explicado el presentador.

Además, el desafío escogido no era para nada sencillo. Se trataba de una arriesgada aventura en Liébana, donde hay «una escalada casi vertical de 45 metros», explicaba el propio Revilla.

A sus 77 años de edad, el presidente cántabro es, por el momento, el invitado más longevo que asume un reto en 'Planeta Calleja'. No obstante, este hecho no amedrentó al dirigente, dispuesto a «asumir ese riesgo».

Y es que la historia que escondía esa ruta merecía la pena el esfuerzo. Hace unas semanas el guardia civil Francisco Caso descubrió una cueva en la que vivió entre 1940 y 1944 Segundo Bores Otamendi, un guerrillero lebaniego. El lugar aún conserva enseres personales del combatiente de la Guerra Civil.

Sin embargo, finalmente Miguel Ángel Revilla no pudo ascender hasta la cueva debido a las condiciones climatológicas y al fuerte viento. Pero Calleja sí lo hizo y, además, sorprendió a su invitado. El presentador realizó una videollamada con el hijo de Segundo Bores Otamendi, que reside en México.

Durante la conversación, tanto el presentador como el invitado se emocionaron en varias ocasiones. De hecho, nada más empezar a hablar con la familia de Otamendi, ambos comenzaron a llorar. Posteriormente, Calleja leyó dos cartas que se escribieron el guerrillero y su mujer, que había sido encarcelada tras la Guerra Civil. «Es que no puedo leer», confesaba Calleja, instando a Revilla a continuar leyendo las misivas.

Después de la aventura, Revilla ha confesado estar «encantado». «Esto ha sido un sueño. Yo no he podido hacer estas cosas y esto ha sido inolvidable, Jesús (…) Tenía ganas de hacerla. Era un reto, pero todo está en el coco», manifestaba.